Los impulsores del polémico manifiesto sobre el catalán critican que se ha "manipulado"

EUROPA PRESS

Los impulsores del polémico manifiesto que criticaba la subordinación del catalán en Catalunya han lamentado este miércoles las "manipulaciones" de las que ha sido objeto su trabajo, firmado por el grupo Koiné, que está integrado en la organización Llengua i República.

En un comunicado firmado por el presidente de Llengua i República, Joaquim Arenas, realizan varias puntualizaciones sobre las reacciones que ha suscitado el manifiesto, sobre el que se ha pronunciado el presidente Carles Puigdemont, otros miembros del Govern y todos los partidos catalanes.

El manifiesto, firmado por 275 personas del mundo académico y profesional relacionados con la lengua catalana --como la exconsellera Irene Rigau--, recogía posicionamientos como que en Catalunya la inmigración castellanohablante había sido utilizada como "instrumento involuntario de colonización lingüística".

Llengua i República quiere aclarar lo que, a su juicio, han sido malas interpretaciones y asegura que el manifiesto no propone al catalán como lengua oficial única "ni tampoco defiende el monolingüismo como se le ha atribuido de mala fe".

Se reafirma en el término 'colonización lingüística', pero argumenta que esto no supone tratar de "colonos" a los castellanohablantes, sino que se refiere a la voluntad que tuvo el franquismo de utilizar a estas personas como instrumento contra el catalán.

También aseguran que, cuando cargan contra "la ideología política" que hay detrás de la defensa del bilingüismo, no supone en ningún caso criticar a las personas que hablan varias lenguas, algo que la entidad ve como una riqueza cultural.

Llengua i República afirma que el manifiesto pretendía constatar "la situación de subordinación lingüística del catalán", y en ningún caso definir ningún programa político ni ningún marco jurídicopolítico para Catalunya.

ACOGIDA POSITIVA

Arenas ha asegurado valorar de forma positiva "la acogida del manifiesto y el debate que ha suscitado", y agradece tanto las alabanzas como las críticas siempre, en el caso de las segundas, se hayan producido desde el respeto por la libertad de expresión.

El manifiesto no ha recibido el apoyo explícito de ningún partido, y líderes políticos como el de SíQueEsPot en el Parlament, Lluís Rabell, o el diputado del PP en la Cámara, Santi Rodríguez, lo calificaron de "racista".

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