Iván Fandiño abre la Puerta Grande tras una importante faena en Pontevedra

  • Una importante faena al sexto toro de Victoriano del Río a cargo de Iván Fandiño, y premiada con las dos orejas, fue el punto cumbre a una tarde en la que Julián López "El Juli" y Miguel Ángel Perera pusieron también su argumento con una oreja cada uno.

Pontevedra, 3 ago.- Una importante faena al sexto toro de Victoriano del Río a cargo de Iván Fandiño, y premiada con las dos orejas, fue el punto cumbre a una tarde en la que Julián López "El Juli" y Miguel Ángel Perera pusieron también su argumento con una oreja cada uno.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Victoriano del Río, bien presentados y de juego variado. El mejor, el sexto, un toro con ritmo y motor, ovacionado en el arrastre. Fueron también toreables, primero y quinto.

Julián López "El Juli", oreja y silencio tras dos avisos.

Miguel Ángel Perera, silencio y oreja.

Iván Fandiño, ovación tras aviso y dos orejas.

La plaza tuvo más de tres cuartos de entrada.

-----------------------

FANDIÑO SOBRE LA BOCINA

El Juli cortó una oreja de su primero, un toro manejable de Victoriano del Río al que toreó con largura y temple sobre ambas manos, entendiéndose a la perfección con su antagonista, al que despachó de una buena estocada. Los tendidos le pidieron el segundo trofeo, que el presidente no tuvo a bien conceder.

El cuarto, sin embargo, no tuvo la misma condición, un astado sin clase, con un incómodo y molesto gazapeo, y sin empuje suficiente para que El Juli pudiera redondear la tarde. Fue difícil realizar la suerte suprema, tanto que dio tiempo a que sonaran dos avisos.

Perera también sorteó dos toros de distinta condición. Su primero fue un astado incierto y sin entrega con el que el extremeño hizo un notable esfuerzo para acabar robándole muletazos meritorios.

Pero lo bueno de su actuación vino en el quinto, un buen toro de Victoriano del Río, sobre todo por el pitón derecho, por donde Perera dibujó muletazos largos y por abajo. También al natural consiguió el torero momentos entonados, y eso que por ahí el animal no quería saber nada. Mató a la primera y cortó una oreja.

Fandiño perdió la oreja de su primer tras fallar a espadas, después de una faena valiente y sincera en la corta distancia ante un animal que tuvo mucha clase pero que quedó visto para sentencia tras un fuerte volatín.

Pero lo grande vino al final, en el sexto, donde el torero de Orduña cuajó una importante faena que contó con pasajes de todo tipo, desde los muletazos de mano baja en un rotundo toreo fundamental por los dos pitones, a los alardes de valor con las manoletinas finales. Cobró una gran estocada y cortó las dos orejas.

Mostrar comentarios