J.Carlos Chirinos presenta su novela de amor y humor, con retranca venezolana

  • Madrid.- "El niño malo cuenta hasta cien y se retira", una novela donde se mezclan amor, humor, crueldad y rendida admiración por los poetas venezolanos, es la tarjeta de presentación en España del escritor Juan Carlos Chirinos, finalista del prestigioso premio Rómulo Gallegos 2005.

J. Carlos Chirinos presenta su novela de amor y humor, con retranca venezolana
J. Carlos Chirinos presenta su novela de amor y humor, con retranca venezolana

Madrid.- "El niño malo cuenta hasta cien y se retira", una novela donde se mezclan amor, humor, crueldad y rendida admiración por los poetas venezolanos, es la tarjeta de presentación en España del escritor Juan Carlos Chirinos, finalista del prestigioso premio Rómulo Gallegos 2005.

Ya sólo el título es un homenaje a la poetisa Ana Enriqueta Terán (Valera, Venezuela, 1918), paisana de Chirinos, pero el texto, editado por Escalera, está trufado de guiños, como el dedicado a Eugenio Montejo, de quien hereda el nombre uno de sus protagonistas.

Entre poesía venezolana, relatos populares y leyendas yanomami y célticas, "El niño malo..." cuenta un momento de la vida de D.Jota, un impertinente "choro" caraqueño que emprende una huida hacia el exotismo del norte, saltándose la primera regla básica de la literatura: "Lo exótico está en el sur".

Ser 'choro' es una manera de pensar, un modo de sobrevivir sin tener mucho en cuenta qué te llevas por delante, con un cierto grado de maldad y "mucha jeta", explica el autor en una entrevista con EFE.

D.Jota vuela en un inexplicado viaje y aparece en El Pueblo, un lugar donde hace frío y que ya vivió la llegada de otro extranjero, negro y caribeño como el propio D.Jota, de quien sólo quedan su nieta y algunos recuerdos atesorados por una extraña octogenaria, Derdriu, que pasa la vida bailando "porque, si se para, muere", comenta Chirinos.

Pero la poesía que envuelve el recuerdo de aquél choca de frente con el despiadado sentido del humor y la brutalidad y obscenidad del incorrecto D.Jota, que arrasa cuanto queda a su paso, en un recital de maldad al que no puede sustraerse porque es "choro".

"Espero que el libro tenga muchas capas de lectura y que cada una sea igual de rica", declara Chirinos, que presenta la novela mañana martes por la tarde en la sede madrileña de la FNAC.

En la novela, que es también un canto a Caracas, ningún personaje tiene un nombre al azar: así, Derdriu es el de una heroína de la mitología celta; Svevo, el contador de historias, se llama así por Italo Svevo, y hasta el perro, "Don Camilo", le roba el nombre a Camilo José Cela, a quien el autor no guarda mucha simpatía.

"Le detesto porque vendió su pluma al dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez para escribir una novela ("La Catira") que fuera respuesta a la maravillosa "Doña Bárbara", de Rómulo Gallegos, presidente en 1948 de Venezuela y que Pérez Jiménez derrocó", explica el escritor.

Chirinos (Valera, Venezuela 1967), doctorado en Letras por la universidad de Salamanca, reivindica la obra de los jóvenes autores venezolanos -muchos, desconocidos en España-, como Silda Cordoliani, Ednodio Quintero, Victoria de Stéfano, Israel Centeno o Juan Carlos Méndez Guédez.

Declara su admiración por los "clásicos" vivos José Balza, Francisco Massiani o Rafael Cadenas y, por supuesto, por el recién fallecido Eugenio Montejo, que autorizó "con su dulce y elegante amabilidad", recuerda Chirinos, la utilización de sus versos en "El niño malo...".

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