"Jardín de invierno", una historia de amor triste como el pasado de Praga

  • Madrid.- La periodista, escritora y traductora políglota checa Monika Zgustova ha publicado su segunda novela en castellano, "Jardín de invierno", una historia de amores en la Praga estalinista y postfascista "que no acaban bien del todo" porque "son las que yo he visto a mi alrededor: intento retratar la vida".

Madrid.- La periodista, escritora y traductora políglota checa Monika Zgustova ha publicado su segunda novela en castellano, "Jardín de invierno", una historia de amores en la Praga estalinista y postfascista "que no acaban bien del todo" porque "son las que yo he visto a mi alrededor: intento retratar la vida".

A través de una historia de amor a tres bandas, que son a la vez el símbolo de cómo puede una persona reaccionar llevada al límite, Zgustova recorre los últimos sesenta años de la historia de Chequia, desde el estalinismo a la Primavera de Praga, la disidencia interior o la transición que supuso la caída del muro de Berlín.

La historia, narrada en 225 páginas editadas por Destino, cuenta la vida de Eva, una joven -alter ego de Zgustova- que desde muy joven vive dividida entre el amor de dos hombres, tan distintos y contradictorios, explica la escritora, que sólo se puede entender porque "cuando una persona está sola cualquier cosa es posible".

Sus amantes son Milan, "El Barón", un militante comunista zafio y aprovechado que simboliza el oportunismo de la época, y Karel, un joven concertista de violonchelo, sensible y exquisito con el que nunca "ha conocido el amor físico", y que a su vez es la voz de los que no resistieron la Praga postcomunista y huyeron del país.

Zgustova, que reconoce su compromiso personal con la literatura checa y su necesidad de "plasmar la época" que ha vivido y "ayudar a otros a entender qué ha pasado en la Europa del Este", afirma que Eva, el símbolo de la resistencia pasiva en su historia, es posiblemente, fruto de su inconsciente.

Lo explica cuando cuenta que cinco años después de la Primavera de Praga -un periodo que duró desde el 5 de enero de 1968 hasta el 20 de agosto de ese mismo año, cuando el país fue invadido por la URSS-, la vida se hizo insoportable para su familia y tuvieron que exiliarse, primero a India, huyendo en un "tour-operator" con otros cincuenta compatriotas, y después a Estados Unidos.

"Me pregunto qué hubiera pasado si yo me hubiera quedado allí, si me hubiera metido en algún grupo de la resistencia", aventura Zgustova.

Esta es su segunda novela en castellano, aunque ha escrito varias más en checo, y nace con vocación de ser la segunda parte de una trilogía, tras "La mujer silenciosa", su primera obra, que llegó a ser finalista del Premio Nacional de Narrativa en 2005.

Si "La mujer silenciosa" narra la influencia en los ciudadanos de los cambios políticos que azotaron Centroeuropa durante el siglo XX, la tercera parte de la historia tendrá a los padres de Eva como protagonistas y será una novela sobre el exilio.

Monika Zgustova reside desde hace años en Barcelona, una ciudad que ha elegido como "patria", y, junto con Fernando Valenzuela -a quien no ha querido olvidar mencionar-, se ha convertido en una de las figuras clave de la introducción de la literatura checa en España.

Es coautora, también, de un diccionario ruso-catalán, y de la biografía novelada de Bohumil Hrabal, "Los frutos amargos del jardín de las delicias".

Escribe los borradores de sus obras en checo, su lengua materna, pero luego rehace versiones en castellano y catalán, aunque también lo ha hecho en ruso e inglés.

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