Joan Martín-Royo triunfa en París con el equipo de "Orlando Paladino"

  • El cantante Joan Martín-Royo y el equipo artístico de la ópera "Orlando Paladino" (1782), del compositor Joseph Haydn, triunfan esta semana en París con una versión manga-pop ideada por el artista plástico Nicolas Buffe.

París, 21 mar.- El cantante Joan Martín-Royo y el equipo artístico de la ópera "Orlando Paladino" (1782), del compositor Joseph Haydn, triunfan esta semana en París con una versión manga-pop ideada por el artista plástico Nicolas Buffe.

El bajo español, que el pasado enero, en el Liceo de Barcelona, fue el Figaro de "La nozze di Figaro", de Mozart, dirigida por Lluís Pasqual, trabaja también en esta ocasión con un elenco de jóvenes cantantes y artistas.

Tanto Jean-Christophe Spinosi, director musical, como el director de escena y coreógrafo Kamel Uali, que debuta en la lírica procedente de la comedia musical, pertenecen a las nuevas generaciones de artistas.

Este es también el caso del autor de la concepción visual de la pieza -del decorado a la indumentaria- Nicolas Buffe, artista plástico que añadió al barroco musical referencias cinematográficas con otras extraídas de la cultura pop y japonesa, país donde reside y del que toma elementos del manga, el cómic, los vídeojuegos, el kabuki o el mundo guerrero Samurái.

Estética, esa última, dominante en los trajes portados por algunos personajes, en particular Rodomonte, caballero enamorado con pasión platónica de Angélica, al que da vida Martín-Royo.

A la espera de que la crítica termine de pronunciarse sobre esta nueva producción del Teatro de Châtelet -los grandes diarios nacionales todavía no lo hicieron- el público del estreno, el pasado día 17, celebró sin dudar sus audacias.

El entusiasmo fue tal que dedicó 15 minutos de aplausos y para poder bajar el telón definitivamente hubo que repetir el final, explicó a Efe el bajo, quien dijo no haber visto en sus doce años de trayectoria "una reacción tan espectacularmente positiva" al término de un estreno absoluto.

Esta vez "fue una locura", añadió el cantante en relación con los otros tres "exitazos" en los que participó en París, dos de ellos en el Teatro de los Campos Elíseos y otro en el Châtelet.

"No había forma de bajar el telón. La gente lo pasó muy bien también anteayer", en la segunda representación, añadió Martín-Royo, quien hoy y hasta el 25 de marzo volverá a luchar con espadas de láser galáctico contra un Orlando furioso por el rechazo de su amada Angélica, enamorada de Medoro.

Los tenores Kresimir Spicer y David Curry se reparten en alternancia el papel protagonista de Orlando, mientras que Ekaterina Bakanova canta el de Angélica y Pascal Charbonneau el de Medoro.

De las luchas de Rodomonte y Orlando, que entre 1791 y 1798 viajaron con esta ópera por toda Europa, y que parecen quedar siempre en "empate técnico", Martín-Royo resaltó que al final ambos terminan "haciéndose amigos", aliados contra los monstruos de la poderosa maga Alcina (Anna Goryachova).

Entre las múltiples referencias al pop y al séptimo arte, resalta el traje verde y sumamente sexy de "Barbarella" portado por la pastora Eurilla e inspirado en el filme homónimo creado en 1968.

Con estos "guiños" contemporáneos se intenta actualizar una obra hoy poco conocida pero inspirada en el "Orlando Furioso" de Ariosto, gran éxito de finales del Medievo y principios del Renacimiento, que dio a Vivaldi su célebre "Orlando Furioso" y a Haendel su no menos famoso "Orlando".

El objetivo es hacer comprensibles las referencias que en el siglo XVIII se captaban con facilidad, explicó Martín-Royo, para quien la importancia histórica y musical de esta creación de Haydn es tal que "quizá en los próximos diez años pase a ser de nuevo una ópera básica".

No hay que olvidar, destacó, que fue escrita en 1782, "justo cuatro años antes de que Mozart, que es imposible que no la conociese, comenzase su trilogía de 'Don Giovanni', 'Las bodas de Figaro' y 'Cosi fan tutte'".

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