José Luis Peixoto novela el pasado rural y emigrante de Portugal

  • Madrid.- Poeta, narrador y dramaturgo, José Luis Peixoto, es una de las voces más valoradas de la literatura portuguesa contemporánea. Ahora su última novela, "Libro", recupera el episodio de la emigración lusa, en medio de un mundo rural, violento y tierno, que termina en la revolución de los claveles.

José Luis Peixoto novela el pasado rural y emigrante de Portugal
José Luis Peixoto novela el pasado rural y emigrante de Portugal

Madrid.- Poeta, narrador y dramaturgo, José Luis Peixoto, es una de las voces más valoradas de la literatura portuguesa contemporánea. Ahora su última novela, "Libro", recupera el episodio de la emigración lusa, en medio de un mundo rural, violento y tierno, que termina en la revolución de los claveles.

Un tiempo histórico que Peixoto (Galveis, 1974, un pueblo del Alentejo) no ha experimentado pero que, según explica en una entrevista con Efe, siempre vivió "como una ausencia".

"Yo nací en septiembre del 74, el año de la revolución y, como muchos de mi generación, nos perdimos una historia que nos ha influido y que nos define, pero que no la experimentamos", asegura en un castellano perfecto este licenciado en lenguas modernas (inglés y alemán).

Peixoto colabora en la revista "Visao", alternando su columna con la de Lobo Antunes, uno de los escritores referentes junto con José Saramago.

Tanto Saramago como Lobo Antunes han influenciado a Peixoto, Premio Literario José Saramago por su novela "Nadie nos mira" y Premio Cálamo por "Cementerio de pianos", título con el que alcanzó fama internacional con más de 14 traducciones.

"Saramago fue muy importante para mi -recalca-, lo conocí durante nueve años y todo lo que significó su posicionamiento es básico para nosotros. Fue un ejemplo para construir lo que quiero ser como persona", añade este escritor con la oreja taladrada por los "piercing" y para el que "la literatura no es una ciencia sino una forma de conocimiento".

"Uno tiene que vivir -argumenta-. Y la tarea de un escritor es enseñar a los demás que es igual que todo el mundo, que no es un personaje, pero que tiene que tener claro que cuando publica algo es un regalo para el mundo; y, si uno cree en el mundo, tiene que regalarle lo mejor que tiene y creer mucho en ello".

Peixoto recuerda que una lección que aprendió de Saramago fue la de la convicción de creer. "El ser humano no solo debe hacer experimentos, como cuando uno juega al 'sudoku', sino que todo lo que hace debe hacerlo con la intención de llegar más lejos y de querer que el mundo evolucione".

En "Libro", publicado por el Aleph en España, Peixoto que lleva tatuado en un su brazo derecho "Yoknapatawpha" en honor a William Faulkner, describe con un lenguaje lleno de poesía, ausencias, música y metáforas la historia de Ilído, un niño pobre que vive en una aldea rural del sur de Portugal, y al que su madre le abandona con la maleta en la plaza del pueblo para irse de inmigrante ilegal a Francia en los años cuarenta.

"Entre 1960 y 1974 casi un millón y medio de portugueses emigraron a Francia", escribe Peixoto, quien hace un juego en el libro y explica que cada letra y cada espacio equivalen a tres portugueses que hicieron este viaje.

Pero el libro, que respira aldea, pobreza, humildad y naturaleza, acaba también con un punto urbano, y es que Peixoto es una voz a contracorriente de la literatura que hacen muchos escritores jóvenes cuya obra está influida por otras artes como el cine, internet o los blog.

"Yo conozco esta literatura. Me gusta la literatura urbana porque yo soy muy urbano en aspectos; pero lo que yo escribo es de otra naturaleza y tiene que ver con mi experiencia, yo nací y viví hasta los 17 años en un pueblo interior del sur de Portugal y eso es una realidad para mi y para todo mi país, que también tiene que asumir toda su historia e identidad", subraya.

"Siempre estoy escribiendo y leyendo y ahora, además, voy a publicar un libro con todos los artículos que he publicado a lo largo de los años", concluye el autor, que ya está trabajando en otra novela.

Por Carmen Sigüenza

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