José María Pou "matará" a Orson Welles en Madrid para dedicarse "a otras cosas"

  • Madrid.- José María Pou va a "matar" en Madrid a Orson Welles porque tras dos años poniéndose en su piel, con barriga postiza incluida, y siendo "Su seguro servidor", está "decididísimo" a no "arrastrarlo" más; por eso, cuando concluya en el Bellas Artes, donde estrena hoy, se dedicará a vivir "otras aventuras".

José María Pou "matará" a Orson Welles en Madrid para dedicarse "a otras cosas"
José María Pou "matará" a Orson Welles en Madrid para dedicarse "a otras cosas"

Madrid.- José María Pou va a "matar" en Madrid a Orson Welles porque tras dos años poniéndose en su piel, con barriga postiza incluida, y siendo "Su seguro servidor", está "decididísimo" a no "arrastrarlo" más; por eso, cuando concluya en el Bellas Artes, donde estrena hoy, se dedicará a vivir "otras aventuras".

"Llegas a tener una relación de amor y odio con el personaje porque por una parte está bien que sea un éxito y por otra es una especie de tapón que te impide hacer otras cosas y yo necesitaría cincuenta vidas para hacer lo que me gustaría hacer", explica Pou (Mollet del Vallés, Barcelona, 1944) en una entrevista con Efe.

Su "nueva vida" comenzará en cuanto termine en Madrid, el 14 de noviembre, porque entonces empezará los ensayos en Barcelona de "Llama a un inspector", el clásico de JB Priestley sobre la responsabilidad colectiva en lo que pasa, "algo que está de más actualidad que nunca", que él dirigirá y protagonizará.

Con su "admirado" Welles, detalla, se enredó en junio de 2008, en el Teatro Romea de Barcelona, como un "paréntesis", como "un capricho de director".

"Leí el libro de Richard France sobre la vida de Welles y pensé que sería buena idea montarlo durante 30 días. Lo hice, me despedí de él y me concentré en la nueva, 'Los chicos de historia', pero empezaron a llamar teatros de toda España pidiéndolo, así que llevo dos años simultaneando las dos obras, como hacían los cómicos antiguos".

Para meterse en el personaje se dejó la barba que le acompaña desde entonces y en cada función se "planta" un postizo de "barriga" que le acerca a los casi 200 kilos que pesaba el norteamericano cuando tenía 70 años y le quedaban, sin que él lo supiera, seis meses de vida.

"Su seguro servidor", versionada y dirigida por Esteve Riambau, transcurre en las horas en las que Welles espera ansioso la llamada de Steven Spielberg para decirle si le financia "los cinco o seis días de rodaje" que le quedan para concluir la que considera su obra más ambiciosa, "Don Quijote", que había comenzado con 40 años.

Pero Spielberg le niega lo que Pou tasa como una "limosna", un dinero "insignificante" para el "midas del cine", y Welles, que comienza su monólogo explicando que es sólo "un gran fracasado" que "lo tuvo todo" entre los 22 y los 25 años para dedicar el resto de su vida y energías a pelearse con los productores y a hacer "trabajos alimenticios", se derrumba completamente.

"Vemos a un pobre hombre con angustia, un niño que se derrumba, íntimo, sincero y vulnerable. Ese es el motivo por el que yo hago esta función. Si fuera sobre el personaje maravilloso, el de 'Ciudadano Kane' o el que se casa con Rita Hayworth, no la habría hecho", afirma.

La obra ha ido creciendo con el tiempo, "ha reposado", y se siente con ella como con unos "zapatos viejos", "muy cómodo", pero quiere "unos nuevos", "ir a otras casas, vivir en otras pieles, en otros países".

Pou presume "de pocas cosas" pero una de ellas es su capacidad de trabajo, que le permite no sólo hacer esos "dobletes" sino además dirigir a Concha Velasco en "La vida por delante", -"un exitazo, cada noche con las entradas agotadas"-, y los teatros Goya, en Barcelona, y La Latina, en Madrid..

Confiesa que ha sido siempre "muy independiente" y que ha defendido "con uñas y dientes" su libertad, por eso ha "eliminado" todo lo que pudiera interferir con su trabajo, sin que por el camino hayan quedado renuncias personales.

"No tengo ninguna vocación de hombre de familia, ya tengo una maravillosa. Nunca he tenido la necesidad ni de casarme ni de tener hijos", subraya.

"La verdad es que sería un estúpido si me quejara. Llevo sin parar 40 años de profesión y estaré así hasta que el cuerpo aguante", promete.

Mostrar comentarios