José Ovejero propone una nueva mirada poética sobre las pinturas del Prado

  • José Ovejero se ha embarcado en la poesía con "Nueva guía del Museo del Prado", una nueva propuesta sobre la pintura tras su exitosa novela "La comedia salvaje", y sus dos premiados ensayos, "Escritores delincuentes" y "La ética de la crueldad", galardonado con el Anagrama de ensayo, 2012.

Carmen Sigüenza

Madrid, 15 oct.- José Ovejero se ha embarcado en la poesía con "Nueva guía del Museo del Prado", una nueva propuesta sobre la pintura tras su exitosa novela "La comedia salvaje", y sus dos premiados ensayos, "Escritores delincuentes" y "La ética de la crueldad", galardonado con el Anagrama de ensayo, 2012.

La "Nueva guía del Museo del Prado", editada por Demipage, es un bello y pequeño libro en el que José Ovejero (Madrid, 1958) posa su mirada en algunos de los cuadros más simbólicos del Museo del Prado, en aquellos que por algún motivo han sabido captar el interés del autor, quien ha construido su creación a partir del original, con su propia interpretación.

"Yo no quiero competir con Goya o con Rubens, ni decir nada del cuadro o interpretarlo con palabras. Es difícil decir algo sobre ellos; lo que he hecho es, por ejemplo, escribir sobre algo de la atmósfera de ese cuadro que me haya fascinado, o sobre un motivo, que hasta en algunos casos no tiene nada que ver con el cuadro", explica Ovejero en una entrevista con Efe.

"Saturno devorando a un hijo", de Goya y el de Pedro Pablo Rubens; "El jardín de las delicias", del Bosco; "Venus, Adonis y Cupido, de Annibale Carracci; "El cristo yacente", de Agapito Vallmitjana Barbany, o "Magdalena Ventura con su marido (La mujer barbuda), de José Ribera, son algunos de los cuadros que han inspirado un poema a este autor.

Poemas narrados, historias cortas, intensas y directas que Ovejero desliza con una mirada muy actual sobre el lienzo en blanco. Por ejemplo, en el cuadro de "La muerte de Viriato, jefe de los lusitanos", de José de Madrazo, Ovejero repasa la historia y traza su propia reflexión.

Y escribe "Mas tarde aprendimos que la Historia era esa niña que corre desnuda/abrasada por el napalm, un niño arrastrándose en el barro bajo la mirad de un buitre, un hombre maniatado, con los ojos vendados que se desploma bajo el tiro en la sien...".

"El Prado es una fuente inagotable y para mí va asociado al desarrollo de mi vida, porque desde niño iba a ver los cuadros", subraya este narrador, poeta, ensayista, cuentista y dramaturgo.

Para el autor del poemario "Biografía del explorador (premio ciudad de Irún, 1993), la poesía es el género que mejor se presta para este tipo de propuesta.

"Aunque son poemas narrados, yo siempre estoy narrando -reconoce-, la poesía me permitía dar una visión concreta del cuadro. La pintura tiene un marco limitado, no es como una narración larga, es una visión como algo muy concreto, como la poesía, intensa y breve".

A José Ovejero le gustaría que "Nueva guía del Museo del Prado" fuera leída -"una vez que ya se hubiese leído antes", dice-, frente a las cuadros del Prado. Que fuera una excusa para que un padre fuera con su hijo al Museo y le leyera los poemas viendo las pinturas, o unos enamorados o cualquier otra persona", añade.

No obstante, los poemas, explica Ovejero, están escritor para ser leídos sin ver las imágenes. Se pueden leer de las dos maneras o juntos mirando la pintura o de forma aislada.

Licenciado en Historia y con parte de su formación hecha en Alemania, Ovejero que también colabora en prensa, reconoce que ya está trabajando en otra novela, tras sus dos ensayos. "Con la novela no le digo a la gente lo que tiene que pensar, con el ensayo reflexiono sobre algo.

"Con el ensayo haces pensar al lector y con la novela le haces sentir, para luego empezar a pensar", concluye.

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