José Padilla "cumple" 125 años tan de moda como hace un siglo

  • Concha Barrigós.

Concha Barrigós.

Madrid, 22 may.- Su música se vende en Gabón y John Turturro da lecciones de seducción con ella en "Fading Gigolo", "nada extraño", dicen sus herederos, porque la música de José Padilla, del que mañana se cumple el 125 aniversario de su nacimiento, es "la banda sonora" de emociones universales.

"La violetera", "Valencia", "El Relicario" o "Ca c'est Paris" -"la 'marsellesa' de los parisinos"- son solo algunos de los títulos que le hicieron "famosísimo" en el mundo a partir de los años 20, interpretados por Tito Schipa y Miguel Fleta, Montserrat Caballé, Alfredo Kraus, Plácido Domingo y José Carreras.

Esta tarde, en el Museo del Romanticismo comienzan con un concierto las celebraciones del aniversario del compositor, cuya música fue declarada de interés universal por la Unesco en París en 1989.

También, durante todo el mes de mayo el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas expone carteles de sus estrenos en España, Francia, Estados Unidos, Argentina, Austria o Italia, cuadros y reproducciones de partituras manuscritas.

Al que llamaban en Francia el "músico perfecto", fallecido en Madrid en 1960, fue un compositor "incansable" siempre en busca de "la belleza, la vitalidad y la pureza", según ha explicado a Efe su sobrino nieto Guido Padilla.

"Su música -ha subrayado- era sinfónica pero muy directa, con una capacidad increíble de conectar inmediatamente con la gente. Como él decía, hacía música con el corazón".

Convirtió en eje de su vida la pasión que sentía por la música y el amor a su esposa, la cantante portuguesa Lydia Ferreira, a la que conoció en Estados Unidos en 1928 y que le inspiró "Sinfonía Portuguesa" o "Estudiantina Portuguesa".

Se definía como un romántico y, por eso, el concierto de hoy, interpretado por el pianista Juan Antonio Álvarez Parejo y la mezzosoprano Belén Elvira, girará en torno a obras como "El Relicario", "Princesita" o "La Violetera" y otras que podrán ser escuchadas por primera vez gracias a la edición completa que su sobrino nieto, músico y productor, está haciendo de su obra.

Padilla desarrolló géneros tan diversos como el jazz, el ballet, el teatro, la zarzuela, la canción italiana, el fado, o el tango, "más de mil horas de música" que han inspirado "arquitectura en Nueva York, a maestros de la pintura de vanguardia, literatura, perfumes, y películas de Alemania a Estados Unidos", recalca el nieto de su hermana.

Pero si hay un arte en el que la música de Padilla se ha diseminado por el mundo es el cine, ya que se ha utilizado en más de 300 películas, entre ellas títulos de Federico Fellini, Akira Kurosawa, Ernst Lubitsch, Theo Angelopoulos o Martin Brest, además de Ridley Scott o Turturro, que incluye "La violetera" en "Fading Gigolo".

"Fue un pionero. Hizo la música de la primera superproducción española, 'La vida de Colón', que costó un millón de pesetas en 1916. Hizo mucho cine en París y siempre le gustó porque decía que era la conciencia y la memoria de la sociedad".

Una de ellas, "Valencia", una producción de Hollywood que interpretó Fred Mac Murray, tuvo que esperar a su estreno en España cuando se cumplió el centenario de su nacimiento porque el general Primo de Rivera la prohibió al saber que el actor que encarnaba al gobernador de Barcelona aparecía con sombrero cordobés.

La única ambición de su sobrino nieto -Padilla no tuvo descendencia- es que su música se siga escuchando y siendo tan apreciada y disfrutar del hecho de que, por ejemplo, en Japón se acaben de editar varias de sus piezas en versión "lounge".

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