Joselillo supera su grave cornada y asume la muerte como "compañera de viaje"

  • Roberto Jiménez.

Roberto Jiménez.

Valladolid, 28 dic.- Media docena de cornadas en la parte derecha de su cuerpo, desde la axila hasta los gemelos, recorren la anatomía torera de José Miguel Pérez "Joselillo" como una raya que delimita la suerte y la muerte, posibilidad esta que asume como "gajes del oficio" y "compañera de viaje".

"Los toreros no somos unos inconscientes. Todos hemos visto correr la sangre de otros compañeros como algo propio. En mi caso, recibí la primera cornada a los quince años, casi un niño. Lo asumí perfectamente y decidí continuar en esto", ha explicado hoy a Efe Joselillo dos meses y medio después de su grave cogida en Zaragoza.

El pasado 13 de octubre, en el penúltimo festejo de la Feria del Pilar, un astado de José Luis Pereda le destrozó el gemelo de la pierna derecha en una cornada de tres trayectorias que le postró durante varios días en la UCI, y durante más de una semana en un hospital.

"Cada uno lo afronta a su manera. La preparación física es fundamental para recuperarse, pero la mental es muy particular. Hay a quienes les cuesta más y a quien menos. Yo siempre trato de ver el lado positivo de las cosas, sobreponerme y tirar hacia adelante", ha añadido este torero de 31 años y seis de alternativa.

"Merece la pena seguir en esto. Vienen tiempos muy duros, es cierto, pero para toda la sociedad. El toreo no se iba a librar porque no estamos aislados, formamos parte de ella", ha explicado antes de agradecer los esfuerzos del Gobierno para proteger la fiesta.

La última estrategia, presentada hace unos días por el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, consiste en el Plan Nacional de Tauromaquia, "que quizá debería haber llegado un poco antes", ha objetado.

"Hay que mirar las cosas con positividad y empujar todos hacia el buen camino. Ojalá este plan nacional siga el guión establecido", ha deseado Joselillo, asiduo en la Feria del Toro de Pamplona, habitual en plazas francesas y en los abonos del norte de España donde, como mínimo, espera repetir este año.

La agenda de su apoderado tiene ya "ciertas cosas apalabradas" que espera concretar en actuaciones donde "dar ciertos toques de atención desde el principio", ha comentado.

Apura Joselillo su rehabilitación con la ayuda de un fisioterapeuta, ya corre por los pinares de Valladolid y desea cuanto antes "volver a ver la cara del toro", en el campo, a través de tientas y ensayos a puerta cerrada con los trastos de torear.

La nueva temporada ha comenzado con el desafío a la empresa de Sevilla de cinco toreros (Manzanares, Talavante, Morante, El Juli y Perera), un reto en pos de mejoras económicas que Joselillo observa desde la distancia pero que desea su pronta solución porque "son unos grandes toreros y necesarios para la fiesta".

Estudiante de Ingeniería Técnica en la rama de Química Industrial, Joselillo explica y defiende su profesión en las aulas de institutos, donde recibe frecuentes invitaciones, pero también en otros escenarios como la Academia de Caballería de Valladolid, donde hace varios días departió con los futuros militares las analogías entre ambas profesiones.

Además del riesgo físico, de la presencia constante de la muerte, la presión y la responsabilidad son similares en ambos desempeños y comparten determinados valores "que por desgracia no están muy implantados" en la sociedad, como son el respeto y la disciplina, ha concluido.

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