Josep Janés, un editor adelantado a su tiempo y pionero en la edición moderna

  • Jose Oliva.

Jose Oliva.

Barcelona, 7 sep.- Fue un adelantado a su tiempo y pionero de la edición literaria española moderna y así se refleja en la primera biografía completa dedicada al editor Josep Janés, del que, ha dicho su autor, Josep Mengual, "todos los grandes editores actuales son herederos".

Mengual distingue en el libro "A dos tintas" (Debate) dos períodos en la vida profesional de Janés: los años 30, en los que se dedica a la edición de literatura en catalán, y la posguerra, cuando se convierte en José Janés Editor y se centra básicamente en la edición en castellano.

"En catalán, es el primero que tiene conciencia de que hay que editar no sólo a los grandes autores y poetas refinados, sino también la literatura de género y darle una dignidad. De ese modo, el editor barcelonés se encuentra en los inicios de las carreras literarias de Mercè Rodoreda, Francesc Trabal, Salvador Espriu o Pere Calders", explica a Efe.

Posteriormente, en la posguerra, Janés, remarca el biógrafo, "introduce la literatura inglesa intensamente y atenúa el tipo de cultura literaria que intenta imponer el régimen franquista a base de buscar los límites de la censura".

Janés empezó, además, a editar a autores que escribían en la onda del realismo social, como Antonio Rabinat, Antonio Buero Vallejo, Paco Candel o González Ledesma.

Su papel fundamental no se limita, según Mengual, al ámbito estrictamente literario, sino que "también se preocupa por dar dignidad a la edición de los libros, y consigue publicar mucho, bien y barato", algo que consigue con la incorporación al texto de ilustraciones, dibujos, letras capitulares o un papel de más calidad.

Los dos personajes que más influyen en ese cambio de mentalidad de Janés son, recuerda el autor, Gustavo Gili, que hacía libros de bibliófilo, y el diseñador Ricard Giralt Miracle.

La gran ventaja de Janés frente a otros editores es que "a los 20 años ya estaba dirigiendo un periódico, se había manchado de tinta en la imprenta, y a eso se le añade su condición de poeta, y de esa conjunción sale algo extraordinario".

La muerte inesperada de Janés en un accidente de tráfico en 1959 dejó la incógnita de qué habría pasado en el plano empresarial, porque estaba en un proceso de crecimiento continuo.

"En algunas de sus últimas entrevistas habla de la incorporación de la fotografía a la narración, como si fuera un anticipo de la actual realidad aumentada" e incluso tenía el proyecto de publicar todas las grandes obras literarias de la humanidad, que incluía "El Corán" o "Las Mil y una Noches", en una especie de Pléyade española.

Janés fue también el impulsor de la idea de suscripción a colecciones, que permitía ajustar las tiradas.

Considera Mengual que "no hay editor en España que no le deba algo", no sólo por los autores que publicó sino también por cómo los editó.

Mengual se refiere también al desencuentro que tuvieron en vida Janés y el patriarca de Planeta, José Manuel Lara, quien nunca perdonó al primero que no le hubiera permitido comprar la editorial Lara, lo que impidió al editor sevillano utilizar su nombre para su editorial.

A la muerte de Janés, Lara trató de asumir el catálogo, pero eran filosofías muy distintas, y además los propios empleados de la Editorial Lara pidieron a la viuda de Janés que no le vendiera el sello.

Frente a los que consideraban a Janés como "sólo el introductor de la literatura inglesa en España", Mengual señala que "Janés estuvo en el inicio de la trayectoria de Juan Goytisolo, contrató un libro de José Luis Sampedro, publicó a Ramón Goméz de la Serna, González Ruano y a Camilo José Cela.

Puesto a hacer literatura ficción, Mengual cree que, si no hubiera muerto de forma prematura, "seguramente habría liderado en un grupo a editoriales independientes como Anagrama, Edhasa, Tusquets y Lumen" y, además, habría conseguido implantarse en América, que "hubiera sido un modo de poder publicar sin censura".

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