Josep Maria Pou se multiplica en San Sebastián

  • San Sebastián.- El actor catalán Josep María Pou mostrará hoy en el Festival de San Sebastián todas las pieles de su talento a través del documental "Màscares", dirigido por Elisabet Cabeza y Esteve Riambau, así como al entregar el premio Donostia a otro gran intérprete: el británico Ian McKellen.

San Sebastián.- El actor catalán Josep María Pou mostrará hoy en el Festival de San Sebastián todas las pieles de su talento a través del documental "Màscares", dirigido por Elisabet Cabeza y Esteve Riambau, así como al entregar el premio Donostia a otro gran intérprete: el británico Ian McKellen.

Después de realizar la investigación entre cinematográfica y personal de "La doble vida del faquir", Cabeza y Riambau enfocan su cámara en una sola imagen, la del rostro del actor, que se refleja en mil espejos y rompe las barreras entre realidad y ficción.

"Queríamos jugar con que a través de la ficción, es decir del texto teatral, había mucha realidad y quizá la realidad misma estaba más impostada", explica a EFE Elisabet Cabeza, quien junto a Riambau ha diversificado su pasión por el cine en una doble faceta de periodista y directora.

"Màscares", que se proyecta en Zabaltegi Nuevos Directores y se estrena en salas el 2 de octubre, es un estudio fluido y de vocación didáctica sobre la asunción de personajes que realiza un actor, de la simbiosis que nace entre una personalidad aprendida y otra invariable y también de los jirones de piel que quedan al final de cada obra.

Una batalla entre la persona y sus personajes que crea todo un caleidoscopio creativo y emocional.

La película comienza con la última representación de "La cabra o quién es Sylvia", de Edward Albee y protagonizada por Pou, y sigue el nuevo reto interpretativo del actor: meterse en la piel del director de "Ciudadano Kane" en la pieza "Su seguro servidor: Orson Welles", escrita por Richard France.

"Tener delante a un personaje como Orson Welles que rebota y explota en muchos de sus personajes, un actor como Josep María Pou que ha hecho todos los personajes habidos y por haber y detrás la persona que es Josep María Pou, nos daba este juego de máscaras absolutamente fascinante", explica Riambau.

Por ello, Pou, sin artificios, va desplegando su abanico de registros ante la cámara, que capta con un sutil in crescendo su conversión en Welles y, a la vez, el desglose del genial cineasta en personajes shakespearianos -el Falstaff de "Enrique IV"-, cervantinos -"El Quijote"- o creados por él mismo -como Mister Arkadin.

Y mientras, desvela sin grandes arrebatos artísticos sino apostando por el trabajo tenaz, los misterios de su profesión. "Una cosa es el efecto pretendido de un truco y otra cosa es la trastienda donde se mueven los hilos", asegura Cabeza.

"Màscares", entonces, se crece ante la vocación ambiciosa de captar con objetividad un proceso tan intangible como la creación, de permitir con su cámara paciente que germine un personaje y, a través de esa máscara, acceder a la realidad de una persona y de su profesión.

"Todos vamos por la vida con una máscara y los actores particularmente. No sabes cuántas máscaras lleva cada persona y cuántas tiene cada persona o hasta qué punto es capaz de crear una máscara nueva para determinadas situaciones. Eso es el teatro", concluye Riambau.

Mateo Sancho Cardiel

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