Jóvenes mexicanos de barrios pobres se preparan para dar un concierto de gala

  • Procedentes de barrios marginales de todo el país, 130 jóvenes mexicanos participan en un programa que además de formación musical, seguridad y motivación, les permitirá actuar en el escenario más prestigioso de México.

Asela Viar

México, 25 oct.- Procedentes de barrios marginales de todo el país, 130 jóvenes mexicanos participan en un programa que además de formación musical, seguridad y motivación, les permitirá actuar en el escenario más prestigioso de México.

"De la Calle a Bellas Artes" es el título de este proyecto que integra a "muchachos con problemas de adaptación social y (para) encontrar algo en lo que encauzar su vida", según explicó a Efe la jefa de unidad de programas de atención a la pobreza urbana de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), María Eugenia González.

En la última planta de un céntrico hotel de la capital mexicana, ensayan cada día para preparar el concierto que el próximo sábado 27 de octubre pondrá punto y final a seis meses de aprendizaje, en el que estarán acompañados por la Orquesta Sinfónica Nacional, el cuarteto de saxofones Saxtlán y el grupo de percusionistas Tambuco.

Todos ellos han encontrado en la música, el arte y la creación una forma de dar lo mejor de sí, "construir algo interesante" y alejarse de los prejuicios que les rodean y que les convierte en "delincuentes para la policía", en traviesos para sus padres y en "expulsados de las escuelas" para los maestros, según González.

Tener entre 18 y 25 años, no disponer de una ocupación fija y comprometerse a una dedicación de ocho horas diarias, eran los requisitos para integrarse al programa. A cambio, los participantes seleccionados recibieron 1.500 pesos cada mes (115,7 dólares) y una formación enfocada a la industria musical en todas sus vertientes.

En los seis "laboratorios" ubicados en Ciudad Juárez, Tijuana, San Luis Potosí, Nogales, Ciudad del Carmen y el Distrito Federal, los jóvenes disfrutaron de un "aprendizaje integral", por el cual fueron instruidos en la construcción de instrumentos de madera, la creación de letras y melodías, o la grabación y edición de discos.

La creatividad durante los talleres fue, según la funcionaria, uno de los ejes del programa, basado en nuevas técnicas de enseñanza inspiradas en una "pedagogía libertaria, pero real y aterrizada", que permitió desarrollar una buena dinámica de grupo.

"Lograron construir entre todos una obra que van a entregar al mundo mágico del arte y la cultura. Y en el mejor contexto y lugar, ellos que vienen del peor lugar (...), de ciudades donde aparentemente no existían alternativas", aseveró González.

Tras el ensayo matutino, durante la hora de la comida, Isaías Ochoa, procedente del central estado de San Luis Potosí, explicó a Efe que su paso por el programa le ha permitido descubrir "cómo es el oficio de músico, más allá del capricho o el sueño del rockstar".

""Estamos quitándonos la pena (vergüenza) y animándonos a hacer lo que nos gusta de verdad (...). En mi caso me ha dado seguridad, conoces a personas que han podido vivir de la música, conoces oficios relacionados, no solo ser el cantante o el famoso", dijo este joven de 24 años de aspecto intencionadamente desaliñado.

A algunos de los participantes les molesta que les confundan con jóvenes de la calle, porque aunque vienen de barrios pobres, no es esa su situación. Sin embargo, Ochoa asegura que no comparte ese malestar pues él reivindica sus orígenes callejeros.

"Yo no veo mal que digan que somos niños de la calle, no vivo en la calle, pero mi enseñanza es de ahí. Ha habido quien aprende en la escuela, pues yo (he aprendido) de la calle. No somos de una oficina, no somos de un conservatorio", expresó.

El próximo fin de semana, cuando tras superar la prueba final en el Palacio de Bellas Artes vuelvan a sus casas, tendrán que hacer frente al mayor reto de todos: ser ellos mismos quienes impartan el taller a otros chicos para "sembrar la semilla de la música" y contribuir a que se "mejore el tejido social" de su entorno.

"Queremos que no solo se quede en un beneficio para nosotros, que sea algo más y que vaya creciendo para que ahora sí y con orgullo digan que los niños de la calle llegaron a Bellas Artes. Mi compromiso personal es que eso pase", declaró convencido.

Mostrar comentarios