Juan Carlos Calderón asegura "seguiré haciendo música hasta que me muera"

Santander.- El Premio de Honor de la Música ha sorprendido a Juan Carlos Calderón trabajando, como siempre. Prepara disco con Luis Miguel, acaba de crear un nuevo grupo, Seib, ya tiene título para su próximo trabajo, "Por fin en casa", y no deja que el día acabe sin grabar al menos unos compases.

"Nunca he tirado la toalla, seguiré haciendo música hasta que me muera", afirma en una entrevista con Efe el compositor, productor y pianista, que el 4 de marzo recibirá el reconocimiento a toda una carrera en la gala de los Premios de la Música.

La Academia de la Música ha proclamado que premia a "una de las glorias vivas" de la escena musical. Y él se lo toma como un reconocimiento moral, de los que dan calor y ayudan a continuar. "Es una palmadita en la espalda, como diciendo: venga chaval, sigue adelante".

Y está más que dispuesto a hacerlo. Acaba de regresar de Estados Unidos, donde ha grabado las canciones que ha compuesto para Luis Miguel, con quien ha tenido "una larga y fructífera colaboración", aunque ahora, afirma, prefiere que el cantante mexicano sea su propio productor.

En cuanto recoja el premio, adelanta, volverá a Los Ángeles, para seguir trabajando. No le faltan los proyectos, en España y en América, los escenarios de una biografía viajera que arranca en Santander.

Sus hermanos, Ramón y Fernando, eran pintores pero él eligió el camino de la música. Estudió en el conservatorio y a los 21 empezó a tocar el piano en un cuarteto de jazz, lo único que es capaz de escuchar ahora, confiesa.

Eran los tiempos del Drink Club, el local que abrió su hermano Ramón en el Río de la Pila de Santander, cuando en la ciudad no había nada que remotamente se pareciera a aquel bar donde se podía escuchar jazz en vivo entre artistas, intelectuales y gentes de la noche.

"Era maravilloso el ambiente que creamos. Llegar allí era llegar a la felicidad. No lo olvidaré, aprendí a vivir, a alimentar el gusanillo del jazz y a beber", recuerda Calderón, que entre sesión y sesión, servía "coca-colas o cosas mortíferas como el sol y sombra".

Fue aquella experiencia, relata, la que le empujó a marcharse a Madrid en los sesenta, para seguir viviendo esa pasión por el jazz que aún siente, aunque le de "pereza" tocar de noche. Y eso que su reloj biológico no empieza a funcionar hasta las siete y media, después de una buena siesta.

Cuenta que en México le llaman el Rey Midas porque todo lo que toca lo convierte en oro, pero no lo ve así.

"He tenido muchos fracasos, y cuando más convencido estaba de que iban a ser un éxito. Pero no me culpo a mí, culpo a los que no han entendido", dice y le viene a la memoria, uno de sus discos preferidos, "Homenaje a José Alfredo Jiménez", que "salió a la venta de puro milagro".

Pero los éxitos están ahí, como "Eres tú", un número uno en su tiempo y ahora un clásico. "La carrera de Mocedades ha sido larga, aunque todo se gasta. Hicieron El Consorcio y ahí siguen, con su cabellera blanca, dignamente representando la música de siempre".

El que ya no es el de siempre es Eurovisión, al que ha acudido cuatro veces. "Es un carnaval, al menos lo que presenta España son como chirigotas y eso es un insulto para un festival de canciones", opina, aunque confía en que "los que acaban de llegar levanten el nivel, porque de ahí han salido Celine Dion, Abba, 'Eres tú', cosas maravillosas...".

Seib, el grupo que ha creado después de un "casting" al que acudieron mil cantantes irá a otro festival, el de Viña del Mar (Chile), con una nueva versión de "Eres tú". "Cuando no tengo nada que hacer, me lo busco", explica Calderón, que editará otro disco con su nombre, "Por fin en casa", con sus propias canciones, las de hoy y las de toda una vida, pero "jazzeadas".

Aunque en Google se pierde, dice que su próximo paso serán las nuevas tecnologías. "Si supiera mucho de ordenadores, me haría unos programas impresionantes", afirma. Y sostiene que las descargas ilegales le hacen "daño" como autor pero comprende "que un chico de 15 años no pueda pagar veintitantos euros por un disco. Es un error que las casas de discos no aprendan. Ése es el fracaso".

Juan Carlos Calderón está orgulloso de tener en su currículo "a las mejores voces del habla latina" aunque admite que "sueña con otros". Le encantaría ser el productor de Celine Dion, si no lo fuera ya su marido. Y haber nacido antes para producir a Nat King Cole, "la voz más maravillosa que ha existido".