Júdice evoca el poder transmutador de la poesía al recibir el Reina Sofía

  • El poeta portugués Nuno Júdice ha evocado hoy el poder transmutador de la poesía, tras recoger de manos de la Reina el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, en un acto donde ha reconocido la maestría de Machado y San Juan de la Cruz, así como su fascinación infantil por Cervantes y Don Quijote.

Madrid, 27 nov.- El poeta portugués Nuno Júdice ha evocado hoy el poder transmutador de la poesía, tras recoger de manos de la Reina el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, en un acto donde ha reconocido la maestría de Machado y San Juan de la Cruz, así como su fascinación infantil por Cervantes y Don Quijote.

El Salón de Columnas del madrileño Palacio Real ha servido un año más de escenario para la entrega de este galardón, que convoca Patrimonio Nacional junto a la Universidad de Salamanca, el cual vuelve a reconocer, diez años después de haber distinguido a Sophia de Mello Breyner Andresen, a un autor en lengua portuguesa.

Y es que la lengua de Camoes ha estado muy presente en la velada, junto a la de Cervantes, a través de los discursos del propio premiado, del presidente de Patrimonio Nacional, José Rodríguez Spiteri, y del rector de la Universidad de Salamanca, Daniel Hernández Ruipérez, en presencia de la ministra Fátima Báñez.

Júdice, que además de poeta es novelista y ensayista, crítico, catedrático y diplomático, no ha olvidado la situación difícil por la que atraviesa su país y toda Europa al referir el papel que corresponde a los poetas en tiempos de crisis.

Porque en los tiempos "difíciles" de la historia portuguesa "la voz de los poetas reflexionó sobre el dolor y la esperanza colectivas, y abrió siempre un horizonte luminoso a través de la belleza", encontrando en sus versos "una expresión en la que se refleja nuestra identidad más profunda", ha manifestado.

Esta poderosa capacidad de la poesía, ha insistido, hace que el poema pueda dar al lector "una llave para que pueda encontrar la salida para la inquietud y la angustia del presente, o constituir una revelación de algo que nos trasciende y nos permite sentir de una forma más esencial y completa aquello que vivimos".

Tras recordar el valor que para él tuvieron Antonio Machado o San Juan de la Cruz, o Lorca en su adolescencia, ha revelado que uno de los primeros libros que le fascinó de niño fue "El Quijote", que le enseñó a ver la "doble imagen que todas las cosas del mundo pueden tener".

Porque el poeta también tiene la capacidad de "convertir lo real en sueño", y de llegar a "otros mundos donde lo efímero se perpetúa y lo banal se sublima". "Sólo la literatura tiene el poder de operar esta transmutación de la noche en día, de la muerte en amor", ha sentenciado.

Júdice, nacido en el Algarve en 1949, ha pronunciado los últimos pasajes de su alocución en español, para decir que su trayectoria poética ha consistido en "la búsqueda por transmitir la belleza a través de las cosas más sencillas, que son la materia del poema" y para dedicar el premio a sus lectores.

Antes había hablado José Rodríguez Spiteri, quien considera que el portugués, uno de los más importantes poetas de su país surgidos a partir del grupo Poesía 61, "no es un hombre rico en palabras muertas, sino en voces vivas, personales, enraizadas en el lenguaje común que el poeta ha universalizado".

"Para él, fraguar poesía es penetrar con hondura en el corazón humano y social", ha subrayado sobre un autor cuya poesía "es tiempo que encarna un momento social e histórico concreto, un aquí y ahora elevados a la categoría de absolutos transfigurados por su arte y su palabra", de forma que "revela este mundo, pero también crea otro".

El rector de la Universidad de Salamanca ha hecho hincapié en su búsqueda, como ya hizo en su día Juan Ramón Jiménez, del "nombre exacto de las cosas": "Sus versos, como su narrativa o sus ensayos, transmiten esa sensación precisión quirúrgica, de que nada falta o sobra, de que parece imposible decir más con menos".

Y tras leer uno de sus poemas, titulado "Esperanza", Daniel Hernández Ruipérez, que como Spiteri ha hablado también en portugués, ha mostrado su agradecimiento a Nuno Júdice "por enseñar que hay una forma de optimismo inteligente que no es la estúpida creencia de que todo irá mejor porque sí, sino por nuestro compromiso de trabajar porque así sea".

El XXII Premio de Poesía Iberoamericana, galardón considerado el Cervantes de la poesía, está dotado con 42.100 euros e incluye la publicación de una antología con la obra del premiado, en este caso una edición bilingüe titulada "Devastación de sílabas" con un estudio introductorio de Pedro Serra sobre la obra de Júdice.

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