"Juli" y Manzanares abren la Puerta Grande del coso de La Condomina

  • Los diestros Julián López "El Juli" y José María Manzanares, que empataron a dos orejas, abrieron hoy la Puerta Grande del coso de la Condomina en la segunda corrida de la Feria de Murcia, en la que César Jiménez, que paseó otro trofeo, perdió la salida a hombros por la espada.

Murcia, 13 sep.- Los diestros Julián López "El Juli" y José María Manzanares, que empataron a dos orejas, abrieron hoy la Puerta Grande del coso de la Condomina en la segunda corrida de la Feria de Murcia, en la que César Jiménez, que paseó otro trofeo, perdió la salida a hombros por la espada.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Victoriano del Río, de bonitas hechuras y juego interesante. Destacaron tercero y quinto, aplaudidos en el arrastre. Muy exigentes primero y sexto.

Julián López "El Juli": metisaca y estocada caída (oreja tras aviso), y estocada trasera (oreja).

César Jiménez: estocada caída (oreja); y tres pinchazos y estocada caída (ovación).

José María Manzanares: estocada trasera (oreja tras aviso); y estocada caída (oreja).

En cuadrillas, Destacaron en banderillas Juan José Trujillo, en el tercero, y Curro Javier en el sexto.

En la enfermería fue atendido el subalterno Juan José Trujillo, que fue cogido a la salida del tercer par de banderillas al tercero de la tarde, de "fuerte contusión en el pubis" que no le impidió volver al ruedo.

La plaza registró tres cuartos de entrada.

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TOROS CON "TRANSMISIÓN" Y TOREROS INSPIRADOS

"El Juli" estuvo muy poderoso ante su primero, un toro que de salida salió suelto, sin atender capotes, lo que provocó las protestas del público, que llegó a pedir su devolución.

Pero en el último tercio se impuso "El Juli" a fuerza de técnica y entrega para lograr exprimirlo con tandas por uno y otro pitón en una faena de menos a más.

El segundo de su lote "se dejó" sin más y "El Juli" volvió a estar entregado en una faena en la que de nuevo el espada estuvo muy firme.

César Jiménez muleteó con suavidad al primero de su lote para no quebrantar a un astado al que faltaba algo de fuerza y que era tardo en la embestida, pero que cuando acudía a la muleta lo hacía con nobleza.

La mejor labor del diestro tuvo lugar frente al quinto, ante el que interpretó un toreo vertical y templado. Las tandas de derechas y naturales, de excelente trazo, se sucedían sin solución de continuidad, con suavidad y parsimonia, en una faena de muchos quilates que emborronó con la tizona.

Lo mejor de Manzanares lo protagonizó en el tercero de la tarde, que resultó noble y bravo, y con el que el diestro alicantino se creció. Desarrolló un toreo de notable lentitud y mano baja, de gran belleza.

En el que cerraba plaza, un toro incierto que "se dejó" por momentos, el diestro tuvo que estar siempre en alerta y su labor quedó a medio gas. EFE

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