
María Patiño entrevistaba este sábado a Kiko Rivera en el ‘Deluxe’. El cantante acudía al programa cinco años después de su última visita. Los rumores sobre sus presuntas infidelidades a su mujer, Irene Rosales, le han obligado a dar explicaciones públicamente. "Vengo a abrirme en canal. Quiero quitarme una mochila personal", comentaba Kiko al principio de la entrevista, un encuentro en el que ha negado haber tenido contacto con su ex Techi, pero sí aceptaba haber intercambiado mensajes con otra chica hace pocos meses.
"Irene es lo mejor que me ha pasado en mi vida y no se merece muchas cosas que hice", aseguraba el invitado. Después de dejar claro su amor por Irene, confesaba su tropiezo: "He roneado y hablado por mensajes con la camarera de la discoteca Hoyo". Eso sí, hacía estas declaraciones asumiendo todas las responsabilidades: "El único culpable soy yo". Tras cuatro años de matrimonio en los que aceptaba haber cometido algunos errores, el hijo de Isabel Pantoja expresaba que Irene le ha perdonado este último desliz.

Según contaba, su idilio con la camarera de la discoteca que regentaba en Sevilla "empezó el día de la cena de Navidad". Tras conocerse, comenzó un intercambio de mensajes con ella. Eso sí, dejaba claro que no hubo un acercamiento físico: "Nunca he estado con ella". Kiko se mostraba arrepentido por haberlo hecho y, especialmente, por haberlo hecho durante unos meses en los que su mujer pasaba un mal momento por el delicado estado de salud de su madre. "Mi mujer estaba con su madre enferma, tuvimos un bache, discutíamos muchísimo y me pasó eso", confesaba.
"Estoy aquí para que España se entere de que esto es antiguo", anunciaba. Además de sus problemas de pareja, Kiko confesaba que aún no ha superado los problemas de adicción: "Sigo teniendo tentaciones y me cuesta la maldita vida. Hay noches que no duermo, lo paso mal, lloro… Esa es una de las razones por las que no he vuelto a trabajar en la noche". También Isabel Pantoja, según contaba Kiko, le había recriminado este error con su mujer. "Mi madre me dijo ‘eres un mal marido, una mala persona, cómo le puedes hacer esto", afirmaba el invitado.
Además, se rompía al hablar de su falta de autoestima: "Tengo una autoestima muy baja. Yo toda mi vida he sido un gordito feliz. Nunca me he sentido atractivo o especial, sé que la gente se acercaba por conveniencia y eso es muy duro. Tú me ves siempre feliz y riendo, pero yo no soy siempre así. Y hoy en día sigue pasando". Muy emocionado, Kiko Rivera aceptaba no sentirse bien consigo mismo: "La gente conoce de mí una faceta que no es así siempre. A mí me afectan mucho las cosas. Cuando era joven, me daba igual todo, pero eso cambió. Quizá por eso te refugias en cosas como las drogas".