¿Por qué Kim Kardashian es capaz de facturar dos millones en unos minutos?

  • La empresaria y 'socialité' acaba de lanzar su nueva firma después de los problemas que tuvo con el nombre por apropiación cultural.
Kim Kardashian
Kim Kardashian
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Dos millones en cuestión de minutos. De dólares, en este caso, lo que vendría siendo 1,8 millones de euros. Esa es la cantidad que Kim Kardashian facturó nada más sacar al mercado hace unos días sus nuevos productos, las fajas moldeadoras llamadas Skims, un nombre que juega con el suyo propio y con la palabra piel en inglés -'skin'-. Este es el nuevo negocio de la 'influencer' que promete aumentar la ingente fortuna que ya tiene valorada en unos 370 millones.

Solo hicieron falta minutos para que la empresaria se hiciera con dos millones, según avanzó el portal estadounidense 'TMZ', lo que viene a demostrar (de nuevo) que todo lo que toca esta mujer -y su familia- se convierte en oro. Así, sus fajas se ponen al nivel del maquillaje de su hermana Kylie, cuyos labiales también se agotan en segundos y le han convertido en la multimillonaria más joven de la historia -con apenas 21 años-.

Así, numerosos productos de la nueva marca lanzada el martes están ya fuera de 'stock' y para poder hacerse con ellos hay que apuntarse a la lista de espera. Recordemos que Skims iba a lanzarse hace unos meses pero con otro nombre, Kimono. Pero las protestas de Japón acusando a Kardashian de apropiación cultural, con carta del alcalde de Kyoto incluida, le hicieron recular. Ahora, tras un periodo de deliberación con sus fans, como ha asegurado, ha sacado por fin al mercado el 'secreto' para tener un cuerpo moldeado con las curvas marcadas. Es decir, como ella.

Porque si algo debemos a Kim y a sus hermanas es el regreso de las curvas y las formas femeninas, algo que hasta hace poco era demonizado pero por lo que muchas mujeres pagan ahora para que la cirugía deje su cuerpo al estilo Kardashian. Y si algo llevan siempre estas peculiares hermanas son fajas moldeadoras para que sus cuerpos queden más ceñidos. Por eso, nada mejor que hacer negocio con lo que es su especialidad. Además, con el propósito de que cada tipo de mujer encuentre la que más le favorezca.

Con precios democráticos -hay sujetadores a partir de 25 euros y las prendas más caras son los bodys hasta los tobillos por 73 euros- y una amplia gama de productos, la esposa de Kanye West ha vuelto a romper el mercado. Esta vez en una franja poco habitual, pues el mercado de las fajas hace tiempo que está de capa caída, ya que cada vez menos mujeres las usan y, si lo hacen, es solo para eventos ocasionales. Si bien Kim quiere darle otra vuelta y en lugar de llamarles fajas les ha bautizado como 'solutionwear', es decir, una solución para llevar y moldear el cuerpo a gusto de cada cual. Así, hay prendas que realzan las nalgas, otras la cintura e incluso algunas ocultan la barriga.

Marketing 'made in Kardashian'

Con este 'boom' de ventas en tan solo minutos, Skims se supera con diferencia a su principal rival en el mercado estadounidense, la marca de fajas Spanx, que logró facturar cuatro millones en su primer año de vida. Cifra que la firma de Kim logrará en poco tiempo, si es que no lo ha hecho ya.

La pregunta que se hacen muchos es cómo es posible que haya conseguido este récord con un producto que ni está de moda ni utilizan muchas mujeres. Y el secreto lo lleva implícito en su nombre: el efecto Kardashian. Esta familia consigue que todo lo que promociona, lanza o diseña sea un éxito. Por algo Kim tiene el premio a la mejor 'influencer' por parte del consejo de diseñadores de Estados Unidos, el primer galardón que se otorga en la historia de esta asociación.

Después de años mostrando su vida en su famoso 'reality' 'Keeping up with the Kardashians', ha logrado convertirse en una de las personas más influyentes del mundo. Sus 147 millones de seguidores en Instagram refrendan que todo lo que gira en torno a ella interesa. Y mucho. Además, su familia es ya la saga más poderosa de las redes, y precisamente Kim ha utilizado a sus hermanas como modelos de su nueva firma. Jugada maestra, ya que se multiplica su repercusión.

Pero además de esto, Kim ha tirado del movimiento inclusivo que invade la moda para promocionar sus fajas. En los 'spots' que ha colgado en redes se puede ver a todo tipo de mujeres luciéndolas. De diferentes razas, tallas y edades... todas pueden encontrar su Skims, y eso también supone llegar a la parte más emocional de las consumidoras, que se ven reflejadas en la marca.

Y es que las Kardashian dominan el marketing como nadie, y la prueba es que han construido su imperio gracias a su destreza para explotar su aspecto. Todo lo que hacen es a su imagen y semejanza, desde cosméticos a perfumes. Ahora quieren que volvamos a ponernos la faja, una prenda que estaba completamente en desuso. Teniendo en cuenta sus éxitos precedentes, sin duda alguna lo conseguirán. 

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