La BBC cumple 75 años haciendo televisión de calidad y apostando por internet

  • Considerada la mejor televisión del mundo, la BBC cumple 75 años de su primera emisión regular con el prestigio intacto y retos importantes como una reducción de su presupuesto y la necesidad de adaptarse a la era de internet.

Ramón Abarca

Londres, 1 nov.- Considerada la mejor televisión del mundo, la BBC cumple 75 años de su primera emisión regular con el prestigio intacto y retos importantes como una reducción de su presupuesto y la necesidad de adaptarse a la era de internet.

A las tres de la tarde del 2 de noviembre de 1936, la BBC hizo historia convirtiéndose en la primera cadena del planeta que ofrecía una programación diaria.

La emisión inaugural, que fue vista por tan solo 400 personas, consistió en una ceremonia muy poco televisiva que incluía un concierto de la orquesta de la cadena y varios discursos, pero en ese momento empezaba de manera pionera toda una aventura, la televisión tal y como la conocemos.

Desde entonces, a excepción de un parón durante la II Guerra Mundial, la BBC ha llegado ininterrumpidamente a los hogares británicos mezclando información y entretenimiento, pero manteniendo siempre la mejor calidad, algo que ha contagiado al resto de los canales del país y que ha marcado una forma muy especial de hacer televisión.

Grandes series como "Yo, Claudio" u "Orgullo y Prejuicio" llevan su sello, o populares documentales, especialmente los de naturaleza dirigidos por David Attenborough, como "Planet Earth".

Otros de sus puntos fuertes son sus informativos, en los que trabajan 2.000 periodistas y entre los que destaca "Panorama", el programa de actualidad más veterano de la televisión mundial, que lleva en su programación desde 1953.

Es una de las instituciones mas respetadas por los británicos, y a pesar de contar con competencia de canales privados desde 1955, cuando se lanzaba ITV, sigue gozando de unas audiencias que superan el 20 por ciento.

La BBC hoy no tiene nada que ver con la que inició de manera experimental sus emisiones hace 75 años.

Unos 25.000 empleados trabajan en sus dos canales generalistas y en otros seis que se pueden ver de manera digital vía TDT.

A nivel internacional, la cadena pública cuenta con BBC World News, un prestigioso canal de 24 horas de noticias que no se puede ver en el Reino Unido.

Otra de las señas de identidad de la BBC es que no tiene publicidad, pues su sistema de financiación se basa en la licencia por la que todos los hogares, compañías y organizaciones donde se recibe su señal pagan anualmente 146 libras (unos 170 euros), una cantidad fijada por el Gobierno y aprobada por el Parlamento.

Además, la cadena pública se financia a través de la venta de programas y formatos, publicación de revistas y libros y por el alquiler de sus estudios.

Ahora la BBC, tanto la televisión como la radio, afronta uno de sus momentos más duros, después de que el Gobierno decidiese congelar durante los próximos seis años la tasa que pagan los británicos, por lo que la corporación ha anunciado unos recortes de un 20 por ciento de su presupuesto.

Esto va suponer el despido de 2.000 empleados, menos producciones nuevas y más repeticiones.

Muchos creen que de manera inevitable puede afectar la calidad y la relevancia de la que goza en el mundo de la televisión.

En medio de esta turbulenta situación, la BBC mira al futuro con su gran apuesta: la televisión a demanda.

El proyecto se lanzará el año que viene. Se trata de un sistema por el que adaptará su impecable televisión por internet a las pantallas del televisor.

Se llama Youview y para ponerlo en marcha, la cadena pública se ha puesto de acuerdo con el resto las cadenas de televisión británica que ofrecerán un servicio común.

Los usuarios a través de un caja tendrá acceso en el televisor a toda la programación que ahora los canales ofrecen por internet, sus programas, series y películas, en el momento que quieran, sin depender de las horas de emisión.

La idea de la BBC es clara. Internet ha transformado la forma en la que se ve televisión, pero están convencidos de que la gente quiere seguir viéndola en el televisor y no en las pantallas del ordenador.

Esta es la apuesta de futuro, en medio de recortes históricos, que afronta la primera y más prestigiosa televisión del mundo.

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