La belleza ha cambiado de nombre y se llama Circo del Sol

  • Corteo, 'cortejo' en italiano, es una procesión festiva y única donde el Circo del Sol muestra su faceta más teatral y poética. El espectáculo llega a Madrid este sábado y después seguirá con una gira por otras ciudades españolas.

La muerte y funeral de un payaso. Esa es la trama de 'Corteo' (cortejo en castellano), el espectáculo que trae el esperado Circo del Soleste sábado a Madrid.

La despedida de un hombre dedicado a hacer reír, a la expresión y a los colores no puede cambiar de tonos justo en ese momento, de ahí que lo que se inicia como un cortejo fúnebre se convierte en un verdadero homenaje lleno de alegría, emoción y poesía. Así, la marcha se vuelve carnaval (con samba incluída), y su adiós, un paseo en bicicleta.

Durante más dos horas de acrobacia y lírica, el mundo del circo va desfilando por el escenario demostrando lo que mejor sabe hacer. 'The show must go on' ('El show debe continuar'), como se suele decir.

Los amigos de Mauro

Los personajes se cuelan poco a poco a través de las gradas del público hasta que el maestro de ceremonias, látigo en mano, llama al orden y da comienzo2026 a la belleza. Porque eso es 'Corteo', un desfile de belleza en estado puro2026 envuelto en color sepia.

A través de una escenografía cuidada y delicada se van sucediendo los diferentes números. El gran Mauro muriendo en su cama da paso a un impresionante coreografía donde cuatro trapecistas suspendidas en tres lámparas llenan el escenario de talento. Primer plato fuerte.

Acróbatas en camas gigantes, otros que se convierten en verdaderos 'aros humanos', una funambulista que baila el 'hula hoop' a más de tres metros de altura o una pareja de perfectos bailarines seducen sin que el espectador sea consciente de que avanzan los minutos.

Poco después, la marioneta que juega con Mauro al balón consigue crear un clima entrañable2026 por lo cómico, por lo tierno, por sus aires de circo renovado y por su frescura.

Es el número de la pequeña payasa Valentina el que llega por completo al público, que se entrega y queda hipnotizado con la delicadeza de esos instantes. En él son los propios espectadores los encargados de impulsar con sus manos a la pequeña (que está enganchada a unos enormes globos) para que consiga volar. Junto a Mauro es difícil no verlos cual Campanilla y Peter Pan.


Más allá del circo

En la segunda parte trapecistas vuelan por la carpa. Poesía, pasión y trabajo, mucho trabajo. Luego un pequeño concierto con vasos de cristal y cuencos tibetanos, la vuelta de Valentina y un complicado número de mazas y aros. Nadie puede olvidarse del payaso que consigue mantener el equilibrio en una escalera tan alta que al final le queda más cerca subir al cielo que volver a la tierra.

Pero nada es más estremecedor que el dúo de correas. Y es que las trapecistas de cuento, esas que no llevan arnés, que son una mezcla entre muñecas de trapo suspendidas y hadas encantadas, existen.

Circo y más circo. Fantasía, encanto, sorpresa y magia todo en uno. Sólo que ninguno es como el Circo del Sol y su 'Corteo', uno de sus espectáculos más teatrales, intimistas y líricos. También el más mediterráneo.

Pasen y vean, señores: se celebra el funeral de un payaso2026 ¿o no?

Ylenia Álvarez / David Tesouro
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