La Biblioteca Nacional exhibe los "tesoros" adquiridos los últimos cinco años

  • Madrid.- El manuscrito del poema de Federico García Lorca "Crucifixión", el retrato de Erasmo de Rotterdam de Durero, o un mapa de España de 1633, son algunos de los tesoros que han llegado en los últimos cinco años a la Biblioteca Nacional y que se exhiben en la exposición "Tesoros al descubierto".

Madrid.- El manuscrito del poema de Federico García Lorca "Crucifixión", el retrato de Erasmo de Rotterdam de Durero, o un mapa de España de 1633, son algunos de los tesoros que han llegado en los últimos cinco años a la Biblioteca Nacional y que se exhiben en la exposición "Tesoros al descubierto".

Con una selección realizada entre las más de 2.500 piezas que han enriquecido durante este tiempo las diferentes colecciones de la Biblioteca Nacional, por las que se han pagado más de nueve millones de euros, la exposición quiere ser también un homenaje a la labor como presidente del Patronato de la Biblioteca Nacional de Francisco Ayala, que coincide con el periodo de compras.

Los apartados en los que se ha dividido la exposición, Impresos y manuscritos, Bellas Artes, Cartografía, y Música y Audiovisuales, permiten hacer un recorrido por el incremento de las colecciones patrimoniales de la institución, "en una primera experiencia que está ligada a nuestra política de transparencia", ha señalado a Efe la directora de la Biblioteca, Milagros del Corral.

"Queremos que todos los españoles puedan ver y disfrutar de unas compras realizadas con el máximo cuidado y mimo y tras muchas negociaciones".

Entre las piezas más atractivas de la muestra se encuentra el "casi desaparecido" manuscrito del poema de Federico García Lorca "Crucifixión", perteneciente a la obra "Poeta en Nueva York".

Tras varios años de arduas negociaciones, el poema ha llegado hace dos semanas a la Biblioteca Nacional, que ha pagado por él 30.000 euros. Por ello, la obra, que se encuentra en muy mal estado de conservación, se exhibe sin su necesaria restauración, que se iniciará cuando finalice la exposición el 21 de febrero.

Junto al poema, el único original que existe de él, fechado el 18 de octubre de 1929 en Nueva York, se muestran dos cartas mecanografiadas dirigidas a Miguel Benítez, amigo del poeta, en las que éste le pedía que se lo devolviera.

"Se trata de conservar en una institución pública como es la Biblioteca Nacional la historia de nuestra cultura, evitar que estas piezas se pierdan y ponerlas a disposición de los estudiosos", ha señalado Ana Santos, directora cultural de la Biblioteca Nacional.

Entre otras piezas, Santos ha destacado un incunable de Antonio de Nebrija, una colección de naipes realizada en Toledo en 1584, la obra "Los sueños", de Quevedo, publicada en Londres, en inglés, en 1715, o un Libro de las Horas, del siglo XV, además del archivo de Edgar Neville o de un manuscrito del Tratado de Bayona.

"En la política de compras de la Biblioteca tienen especial importancia los incunables, ya que salen muy pocos al mercado", ha comentado la directora cultural, quien en el apartado de los grabados se ha referido a la especial importancia del Retrato de Erasmo de Rotterdam.

"Es una pieza muy rara, realizada por Durero" en 1526 y que ha pasado a formar parte de la gran colección que sobre este artista atesora la Biblioteca Nacional.

Destacan también los grabados de José de Ribera, Mariano Fortuny o Lucas van Leiden y los dibujos de Francisco de Herrera y Francisco Bayeu. En este apartado se exhiben carteles, etiquetas, postales y fotografías, "se trata de obras efímeras que, si no se conservan aquí, acabarían perdiéndose".

La de cartografía es otra de las importantes colecciones que atesora la Biblioteca Nacional y que, gracias a las compras realizadas en los últimos años, se ha enriquecido notablemente.

Entre los mapas de España y de las colonias que se exponen se encuentra un mapa mural de España publicado en la segunda mitad del siglo XVII por Cornelis Danckerts del que no se conoce otro ejemplar.

La exposición finaliza con las adquisiciones destinadas al departamento de Música y Audiovisuales, con manuscritos y partituras en las que figuran nombres como los de Ruperto Chapí, Francisco Barbieri, Tomás Bretón o Joaquín Rodrigo, así como discos de Aristón, cilindros de cera, rollos de pianola y discos de pizarra y de vinilo.

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