La ciencia ficción española llama a la puerta con una hibridación de géneros

  • La ciencia ficción literaria española llama a la puerta de los lectores con una hibridación de géneros que tiene su plasmación en los tres primeros títulos del nuevo sello Fantascy, de Random House, presentados hoy.

Barcelona, 28 mar.- La ciencia ficción literaria española llama a la puerta de los lectores con una hibridación de géneros que tiene su plasmación en los tres primeros títulos del nuevo sello Fantascy, de Random House, presentados hoy.

Ricard Ruiz Garzón, asesor externo del sello, ha subrayado que "la nueva ciencia ficción española se caracteriza por una hibridación de géneros, con algunos ejemplos que juegan con el terror y con la aventura".

Juan Miguel Aguilera, autor de "Sindbad en el país del sueño", ha explicado en el mismo acto que cuando comenzó a publicar eran unos años en los el género en España no tenía relevancia, hasta el punto que le sugerían que firmara con un seudónimo anglosajón.

En aquellos años, añade, "muchas veces se publicaba en España ciencia ficción anglosajona que no tenía calidad, pero que se editaba por el mero hecho de ser de autores ingleses o americanos".

Aguilera se considera "más autor de ciencia ficción que de fantasía", porque siempre ha asociado esta etiqueta a tierras lejanas, más celtas, pero a él, que vive a orillas de Mediterráneo, les gusta más "imaginar historias en el desierto, bajo el sol, historias como Simbad o películas como 'El ladrón de Bagdad' o los filmes de Ray Harryhausen".

En "Un minuto antes de la oscuridad", Ismael Martínez Biurrun se acerca al género como "un lugar del que extraer ingredientes para jugar con la aventura, pero sin buscar una identificación con el género".

Martínez Biurrun, un autor que proviene del terror, prefiere hablar más de literatura no realista que de literatura fantástica.

"Yo provengo del terror. Me gusta contar historias de personajes reales enfrentados a situaciones de terror", aderezado, como en esta novela, con cuestiones tecnológicas como la clonación, todo en el marco de "un Madrid distópico".

El terror está también presente en "Las astillas de Yavé", de Rodolfo Martínez, quien percibe que el cambio en la ciencia ficción española se ha producido coincidiendo con "un cambio de actitud en la percepción del lector sobre la ciencia ficción gracias a las generaciones que se iniciaron en el género y que, una vez adultos, han continuado con esas lecturas sin estar acomplejados, como pasaba hace veinte años".

"Las astillas de Yavé" forma parte, dice su autor, de "una extraña saga, que tienen en común la misma ciudad, una especie de versión mágica de Gijón que nunca se nombra".

En esta novela, Rodolfo Martínez trata de dar una explicación al vuelco que en el siglo IV se produjo en la Iglesia Católica a raíz de convertirse en iglesia oficial del Imperio por decisión de Constantino, un cambio que implicó que la mujer fuera desterrada de toda liturgia.

La Semana de Novela Negra de Gijón, coinciden los autores, se ha convertido en un punto de encuentro de la mezcla de géneros, porque "la ciencia ficción ha dejado de ser endogámica" y, como dice Aguilera, es bueno que haya permeabilidad entre el género y la literatura realista.

"Me parece saludable jugar con las fronteras, ir un poco más allá e incluso destrozarlas", ha repuesto Rodolfo Martínez, que también es editor de novela fantástica.

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