La fascinación milenaria por Marte y la exploración futura, en una exposición

  • Espacio Fundación Telefónica inaugura "Marte. La conquista de un sueño", que incluye 150 piezas.
Marte
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La fascinación y la curiosidad por Marte nace hace 4.500 años, cuando los asirios fueron los primeros en hacer referencia al planeta rojo, una fascinación que continúa y que cada vez más es sustentada con datos científicos: el pasado, presente y futuro de este planeta se puede ver ahora en una muestra.

El Espacio Fundación Telefónica inaugura hoy la exposición "Marte. La conquista de un sueño", que incluye 150 piezas, desde una réplica del primer telescopio de Galileo Galilei (1609) a libros y láminas originales de los siglos XVI al XVIII sobre el sistema solar, además de un fragmento de meteorito caído en 1962 en Nigeria.

Esta iniciativa, que se podrá ver hasta el 4 de marzo del próximo año y que luego viajará a Valencia, ha contado con el asesoramiento de la Agencia Espacial Europea (ESA), el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) y el Observatorio Astronómico de Roma.

Se divide en cinco grandes bloques y el primero hace un recorrido por las representaciones que diferentes civilizaciones hacen del planeta vinculándolo al caos y la guerra; también expone los motivos de esa fascinación y enseña algunas características del planeta.

El segundo bloque pone la atención en la observación y estudio de Marte a lo largo de la historia, mientras que el tercero incide en cómo esta curiosidad por el planeta rojo se ha trasladado a la cultura popular, con películas y libros como Crónicas marcianas, de Ray Bradbury.

La cuarta parte acompaña al visitante por la exploración espacial de Marte a través de maquetas en 3D de las diferentes naves y de una gran instalación de luz con las misiones más destacadas -hasta hoy se han realizado 43 y menos de la mitad fueron plenamente exitosas-.

Destacan la misión Mariner 4, que el 14 de julio de 1965 puso fin a siglos de especulaciones fantásticas: las 22 imágenes tomadas a 10.000 kilómetros del planeta y enviadas por la sonda acabaron con la idea de la existencia de vida al mostrar un mundo inhóspito y hostil, señala la Fundación Telefónica en la documentación sobre esta muestra, que también enseña la misión Mars Express o ExoMars.

El último capítulo habla de las futuras misiones tripuladas a Marte (en 2030, NASA), uno de los temas, junto a la posibilidad de vida, de los que se habló en la presentación de la exposición.

Javier Ventura-Traveset, portavoz de la ESA, ha recordado que la exploración es "parte del ADN humano: sin exploración no sobreviviremos", y quien pise por primera vez Marte ya ha nacido en la Tierra.

Para ello, primero hay que terminar de resolver problemas como el de la radiación cósmica o la propulsión para despegar desde Marte y hay que conseguir un paso intermedio, el de ser capaces de traer a la Tierra muestras: nada de lo que ha ido al planeta rojo ha vuelto.

Este será el paso siguiente y ahí Europa es "un jugador claro", con Exomars 2020.

Para Ignacio Arruego, del INTA, se trata de problemas -a veces "exagerados"- que se resolverán, pero para eso, y ahí ha coincidido con el portavoz de la ESA, es necesaria la cooperación internacional e inversión.

Arruego ve factible una misión tripulada a Marte a finales de 2030, con un número reducido de tripulantes.

En cuanto a la posibilidad de vida, los expertos han coincidido en que, con independencia de la exploración en Marte, la próxima tecnología hará posible estudiar las atmósferas de exoplanetas, lo que abre "todo un abanico de posibilidades".

"Si la vida es tan frecuente e inevitable, la vamos a encontrar", ha resumido Ventura-Traveset.

La exposición, coproducida con la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, también incluye piezas interactivas e invita a los visitantes a participar en la elaboración de un código de buenas prácticas sobre errores en la Tierra que no deberían cometerse en Marte; las conclusiones se enviarán a las agencias espaciales.

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