'La isla mínima' está llamada a marcar la historia del cine español

La isla mínima. Dicen de ella que recuerda aTrue Detective, una de las series que más ha impactado en el mercado americano. Dos detectives, mentes turbias, ambiente que se pega en las carnes, gente recia, atormentada, huyendo de sí misma y de lo que le rodea. Así es este isla mínima que ha demostrado en San Sebastián que de mínima tiene poco. Más bien se trata de una de las máximas creaciones del cine español de los últimos tiempos. La demostración de que el cine español es capaz de hacer thriller, de poner en tensión todas las partes de tu cuerpo y de tener actores que te clavan a la butaca.La crítica se vuelca

"Este gran thriller, de gran textura es una de las películas españolas más fuertes del año". The Hollywood Reporter.

"Alberto Rodríguez te engancha con los anzuelos más sólidos y menos tramposos"El País.

"Sin duda, la cinta española más reveladora del año." El Mundo.

"El director ofrece mucho clima e intriga, pero sobre todo husmea y retrata el carácter de un pueblo y de sus personajes. (...) impresionante el personaje que construye Javier Gutiérrez". ABC.

"Rodríguez coge carrerilla hacia la película perfecta. (...) mirada con denominación de origen que el director lleva cultivando desde el salto en bomba a la piscina de '7 vírgenes' (...) Cinemanía.

"Una gran, inmensa película. Pegada a la realidad pero al mismo tiempo, inteligente pasatiempo. Denunciatoria pero sutil, el director respeta a su espectador. Fotogramas.La historia que recuerda a True Detective

1980. En un pequeño pueblo de las marismas del Guadalquivir, olvidado y detenido en el tiempo, dos adolescentes desaparecen durante sus fiestas. Nadie las echa de menos.

Todos los jóvenes quieren irse a vivir lejos y algunos de ellos se escapan de casa para conseguirlo. Rocío, madre de las niñas, logra que el juez de la comarca, Andrade, se interese por ellas. Desde Madrid envían a dos detectives de homicidios, Pedro y Juan, de perfiles y métodos muy diferentes que, por distintos motivos, no atraviesan su mejor momento en el cuerpo policial.Un director que sabe lo que hace

Tras codirigir junto a Santi Amodeo, El Factor Pilgrim (2000) que recibió una Mención Especial del Jurado en el Festival de San Sebastián, Alberto Rodríguez participó en el Festival de San Sebastián y en La Berlinale con su primer largometraje en solitario titulado El Traje (2002).

Con 7 Vírgenes (2005), que participó en el Festival de Cine de San Sebastián, el joven actor, Juan José Ballesta, se hizo con la Concha de Plata. Este éxito se confirmaba con seis nominaciones en los Premios Goya. Un millón de espectadores vieron el filme.

Su cuarto largometraje, After (2009), recibió tres nominaciones a los Premios Goya en tres categorías. Con Grupo 7 (2012), volvió a conquistar a crítica y público. Fue nominada en 16 categorías a los Premios.La isla mínima surgió gracias a una exposición fotográfica

Durante unos meses en 2009, Rafael Cobos y el director estuvieron planteándose la posibilidad de escribir una "historia negra" teniendo como inspiración la novela de Bolaño (2666) y películas como El cebo de Vajda, Mistery of murders, Chinatown, Conspiración del Silencio, etc. Casi nada. Una exposición de las marismas fue el detonante.Un rodaje a 42º.... y a dos bajo cero

"La marisma se nos aparecía desde el principio como un territorio inmenso, muy duro; magnético, pero realmente inhóspito y cruel. Y lo fue", desvela el director. "La climatología nos mostró todas sus caras, con máximas de 42 grados al final del verano y mínimas de 2 grados bajo cero, a finales de Noviembre.". Fue un desafío.