"La joven de la perla" vuelve al Mauritshuis tras la renovación del museo

  • El museo Maurithuis acoge desde hoy el icónico cuadro "La joven de la perla", obra maestra de Vermeer, que ha vuelto a su ubicación original tras dos años de gira por la renovación de la pinacoteca.

La Haya, 20 jun.- El museo Maurithuis acoge desde hoy el icónico cuadro "La joven de la perla", obra maestra de Vermeer, que ha vuelto a su ubicación original tras dos años de gira por la renovación de la pinacoteca.

"Hemos duplicado el espacio del museo sin que pierda el ambiente íntimo que le caracteriza", dijo hoy la directora del Mauritshuis, Emile Gordenker, en una presentación a la prensa de la reapertura la próxima semana del museo holandés.

La pinacoteca es uno de los referentes culturales de Holanda, con una exposición permanente que abarca 250 obras de los más destacados pintores holandeses y flamencos del siglo XVII, entre las que, además de "La joven de la perla", destacan la "Lección de anatomía" de Rembrandt y "El jilguero", de Carel Fabritius.

"El Mauritshuis combina de forma única el ambiente íntimo de un edificio del siglo XVII con obras maestras de la misma época y tras su renovación no ha perdido ese carácter", afirmó la directora.

Con la transformación, que ha costado 30 millones de euros (40,8 millones de dólares), el museo ha duplicado su espacio, uniendo por medio de un vestíbulo subterráneo el edificio original con otro adyacente para exposiciones temporales, talleres educativos y proyectos de investigación.

"Hemos concebido el vestíbulo como un lugar donde pueda entrar la luz del día, para evitar tener la sensación de garaje subterráneo", dijo el arquitecto encargado de las obras, Hans van Heeswijk, que también fue responsable de las remodelaciones del museo Van Gogh y del Hermitage de Amsterdam.

Considerada la "mejor embajadora del Mauritshuis", según Gordenker, "La joven de la perla", que "no es un retrato" y no se descarta que sea fruto de la invención del artista, vuelve así a "su casa" para no marcharse de nuevo, al menos según los planes actuales del museo, dijo Efe la directora de la institución.

El cuadro, considerado una pieza maestra de la luz, llegó a la colección del Mauritshuis "a través de un coleccionista que lo compró en 1881 en una subasta por 2,30 florines, un precio insignificante incluso para la época", explicó a la prensa el conservador de la pinacoteca, Quentin Buvelot.

La obra, que ha viajado a Japón, Estados Unidos e Italia y cuya recaudación se ha invertido en la renovación del museo, quedará expuesta al público desde el 27 de junio, cuando el rey Guillermo-Alejandro inaugure formalmente el ampliado museo.

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