La magia de Cai Guo-Qiang encendió el cielo de Buenos Aires a ritmo de tango

  • El reconocido artista chino Cai Guo-Qiang encendió la noche de Buenos Aires a ritmo de tango para rendir un particular homenaje a la cultura argentina con un espectáculo de pólvora, luz y música que ha reunido a miles de personas en el barrio porteño de La Boca.

Buenos Aires, 25 ene.- El reconocido artista chino Cai Guo-Qiang encendió la noche de Buenos Aires a ritmo de tango para rendir un particular homenaje a la cultura argentina con un espectáculo de pólvora, luz y música que ha reunido a miles de personas en el barrio porteño de La Boca.

Conocido en todo el mundo por sus obras de arte efímero, Cai Guo-Qiang ha jugado por primera vez con el cielo y el agua, en el Río de la Plata, que ha reflejado el espectáculo de luces como si de un espejo se tratara.

Han sido necesarios meses de trabajo y la construcción de plataformas móviles especiales, instaladas sobre el Riachuelo de La Boca, para que Guo-Qiang pudiera llevar el tango al cielo su montaje de música, danza y pólvora.

Desde "La cumparsita", de Gerardo Matos Rodríguez, a "Vuelvo al Sur", de Astor Piazzolla y Fernando "Pino" Solanas, el artista chino ha ofrecido un espectáculo con nada menos que 43.000 disparos para dibujar su mundo paralelo.

Esta obra efímera, "La vida es una milonga: tango con fuegos artificiales", se ha convertido en una invitación para que el público se lanzara a bailar el 2x4 acompañando a bailarines profesionales y una orquesta en vivo, bajo una lluvia de colores.

Guo-Qiang, que se ganó el reconocimiento internacional con los efectos especiales de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008, ha cuidado cada detalle.

El artista se ha sumergido en la cultura argentina y muy especialmente en el mundo del tango antes de aventurarse en un montaje de estas dimensiones.

Se ha inspirado en los movimientos de las parejas de baile sobre una pista cuadrada y ha realizado una precisa elección de temas para conformar un recorrido por la historia del tango.

Una cuidadosa selección también para los colores: blanco para los miedos, negro para los conflictos y el terror, azul y blanco -evocando el celeste y blanco de la bandera argentina- para acompañar a "Vuelvo al sur" y una gama multicolor para la música romántica.

Detrás de la magia, decenas de personas trabajando para controlar cada disparo de pólvora al milímetro desde las plataformas instaladas sobre el río, una central, de 50 por 50 metros, y otra de 180 metros de largo con fuegos dispuestos en las zonas costeras del río.

Todos los elementos proceden de China y son materiales ecológicos por expreso deseo de Cai, cuya obra ya conocían los miles de argentinos que han acudido a ver "Impromptu", la exposición que muestra en el museo de la Fundación Proa hasta el próximo marzo, con pinturas y cuadros realizados con pólvora en homenaje al paisaje del país, desde las cataratas de Iguazú hasta los campos de cactus de Salta.

Un proyecto que Guo-Qiang comenzó a principios de 2014 con un recorrido por Argentina para conocer sus rincones y su cultura y que completó con reuniones con bailarines, artistas, cantantes, expertos en tango y hasta psicólogos.

Cai Guo-Qiang, de 56 años, León de Oro de la Bienal de Venecia (1999), ya ha pintado de colores los cielos de diferentes ciudades de Estados Unidos ("La ciudad fantasma en movimiento" o "Cielo claro, nube negra") y París ("Evento de explosión para la Noche Blanca"), entre otros.

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