La moda ilustrada

  • Del cartel publicitario al cómic y recientemente también a la moda. La ilustración va ampliando sus confines y ahora un libro recoge el trabajo de 100 ilustradores que han encontrado en la moda su nueva frontera creativa.
Illutrations for Fashion and Style
Illutrations for Fashion and Style
lainformacion.com
Alessia Cisternino

Si hay una disciplina creativa que en los últimos años va ampliando poco a poco sus confines, ésta es sin duda la ilustración. Su naturaleza "artesanal" donde priman la personalidad, los gustos, las técnicas y, por qué no, las pequeñas manías creativas de cada ilustrador, la hacen un arte extremadamente versátil que puede abarcar cualquier cosa: la publicidad, el diseño editorial, el packaging y ahora también la moda y el estilo.

Revistas de referencia a nivel planetario en el sector de la moda como Vogue o Marie Claire llevan tiempo contratando los servicios de jóvenes ilustradores y sobre todo ilustradoras, que han sabido primero improvisar sobre los tradicionales figurines (destinados a la realización de un modelo o de un accesorio) y luego convertir estas "variaciones sobre el tema" en una disciplina autónoma y en constante cambio, que de los figurines guarda el glamour y el ensueño, pero no la utilidad.

A esta nueva frontera de la ilustración, la editorial alemana Gestalten dedica ahora un libro de más de 200 páginas – The Beautiful. Illutrations for Fashion and Style – que recoge el trabajo de alrededor de un centenar de ilustradores muy de moda y muy prometedores (por una vez, las dos cosas coinciden) que desde diferentes rincones del mundo hacen que la moda sea, si es posible, aún más creativa, fascinante y omnipresente.

Trazos a bolígrafo

La sueca Stina Persson, cuyos rostros femeninos se deshacen en manchas de gouache y tinta han conquistado a clientes como Macy's y Lillet; la francesa Carine Brancowitz que ha aterrizado en revistas como Vogue o Cosmopolitan a pesar o gracias a sus ilustraciones clavadas en el papel por miles de pequeños trazos hechos a bolígrafo; Margot Macé que ha llegado a punta de pincel a clientes como Clarins, Lancôme y Biotherm y el neocelandés afincando en Australia James Dignan que ha invadido con sus elegantes ilustraciones revistas como Vogue, Glamour, The New Yorker, InStyle, New York Times y Los Angeles Times son algunos de los ilustradores seleccionados por la editora Anneke Krull y llamados a formar parte de esta publicación.

Obviamente no faltan los españoles como Carmen Segovia; Carmen García Huerta que ha trabajado para Vogue, Vanidad, Elle y El País Semanal; Gabriel Moreno cuyas ilustraciones le han hecho viajar desde Sevilla hasta clientes como Malboro y publicaciones como el Los Angeles Times; Montse Bernal; Judit García Talavera, otra apasionada de la tinta y de la acuarela y Paula Sanz Caballero, una antigua conocida de la moda, que mezcla ilustración con recortes de tela y aplicaciones.

Con tanta creatividad rebosante, no es de extrañar que marcas y revistas de moda hayan empezado a mirar con interés a la ilustración, que justo gracias a su imprescindible toque artesanal y personal va directa al objetivo – el cliente-lector o el lector-cliente, empezando así a prescindir de la irreal perfección de las fotos y del Photoshop. Y señalando una nueva frontera a una de las disciplinas artísticas más en evolución del momento.

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