La muestra "¡Nunca más!" recorre Gran Guerra con fotos de un soldado francés

  • "¡Nunca más!", gritaba el pueblo francés al acabar la I Guerra Mundial. La frase da título a la exposición fotográfica inaugurada hoy en el Instituto Francés de Madrid, que, a través de 45 instantáneas halladas por casualidad en un anticuario de Tánger, conmemora el centenario del estallido del conflicto.

Madrid, 11 nov.- "¡Nunca más!", gritaba el pueblo francés al acabar la I Guerra Mundial. La frase da título a la exposición fotográfica inaugurada hoy en el Instituto Francés de Madrid, que, a través de 45 instantáneas halladas por casualidad en un anticuario de Tánger, conmemora el centenario del estallido del conflicto.

El acto, presidido por el embajador de Francia en España, Jérôme Bonnafont, ha dado comienzo con la celebración del aniversario del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial, el 11 de noviembre de 1918.

Y es que este año la Embajada de Francia en España conmemora, con motivo del centenario de aquel conflicto mundial, aquellos cuatro años de horror y destrucción que sangraron a Francia y a Europa.

La muestra "Plus jamais ça! (¡Nunca más!), documentos inéditos de un poilu", que se podrá ver hasta el 12 de diciembre en la Galería de Arte del Instituto Francés, da testimonio de la dureza de la vida diaria de los soldados y de la valentía de aquellos hombres a quienes los civiles se referían con el término de "poilu".

El autor de las imágenes fue el capitán Givord, que con su cámara Verascope captó durante 1916 y 1935 la amplitud de las destrucciones y las masacres, así como la vida cotidiana de los soldados en las trincheras.

Las imágenes, realizadas según un procedimiento estereoscópico, que permite una visión en relieve de las mismas, fueron descubiertas por casualidad por el fotoperiodista español Pablo San Juan en un anticuario de Tánger en 1999.

El archivo cuenta con 478 placas negativas que, tras un estudio de documentación realizado por el comisario de la exposición, Carlos Traspaderne, y un proceso de digitalización hecho por la Casa de la Imagen de Logroño, se descubrió habían sido tomadas por un soldado francés que servía en el llamado Frente Occidental.

No se trata simplemente de imágenes con interés histórico; a nivel visual son fotografías estéticamente atractivas, debido a la agudeza visual que poseía el fotógrafo y a su desinteresado objetivo propagandístico.

"El fotógrafo poseía una agudeza visual excepcional, muy alejada de la acartonada fotografía oficial y periodística de la época. Así, esta guerra tridimensional se presenta al observador como una fantasmagoría siniestramente realista, que derriba la frontera del tiempo para mostrarse cercana e inquietante", señaló Traspaderne.

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