La obra de Gabriel Figueroa encuentra escenario en Los Ángeles

  • El Museo de Arte del condado de Los Ángeles (LACMA) celebró hoy el preestreno de una exposición sobre el legado artístico del prestigioso director de fotografía mexicano Gabriel Figueroa, prolífico e influyente autor cuyo trabajo fue clave para construir la identidad del cine de su país.

Los Ángeles (EE.UU.), 18 sep.- El Museo de Arte del condado de Los Ángeles (LACMA) celebró hoy el preestreno de una exposición sobre el legado artístico del prestigioso director de fotografía mexicano Gabriel Figueroa, prolífico e influyente autor cuyo trabajo fue clave para construir la identidad del cine de su país.

Esta muestra, que abrirá sus puertas al público el 22 de septiembre, es una nueva versión de la presentada en México en 2008 por la Fundación Televisa, responsable también de organizar esta exhibición con la colaboración de LACMA y la Academia de Hollywood.

"Under The Mexican Sky: Gabriel Figueroa-Art and Film" cuenta con cerca de 300 objetos relacionados con el fotógrafo que van desde secuencias de películas a pinturas, bocetos, carteles, documentos e instantáneas que se distribuyen de forma temática por varias salas del museo.

"Su filmografía es como la biografía del cine mexicano", dijo el comisario de la exposición, Alfonso Morales, a la entrada del recinto en cuyo interior los asistentes podrán repasar no solo la contribución de Figueroa al séptimo arte mexicano, también su relación con Hollywood gracias a la aportación de la Academia estadounidense.

"Su influencia en los miembros de la Academia es enorme, lo ves en todas partes", comentó Dawn Hudson, consejera delegada de la institución que concede los Óscar y que la noche del martes organizó un coloquio en torno a la obra de Figueroa al que asistieron los actores Gael García Bernal, Silvia Pinal y el director de fotografía Rodrigo Prieto.

"Siempre estuvo vinculado a Hollywood todo el tiempo", explicó a Efe su hijo, Gabriel Figueroa Flores, quien recordó los inicios de su padre bajo la tutela de Gregg Toland, a quien conoció en 1935 durante una estancia en Los Ángeles gracias a una beca de la compañía mexicana Cinematográfica Latinoamericana.

Toland sería el designado por Orson Welles como director de fotografía de su obra maestra "Citizen Kane" (1941) y tras su muerte en 1948 el potentado Samuel Goldwyn trató de convencer a Figueroa para que ocupara el puesto de su mentor, pero el mexicano prefirió quedarse en su país a pesar de la oferta.

A pesar de la distancia, Figueroa trabajó en rodajes fuera de EE.UU. para directores como John Ford, John Huston, Norman Foster y Daniel Mann y fue requerido por Elia Kazan en 1950, como atestigua una carta que se puede leer en la exposición en la que el famoso cineasta le pide que haga con él el filme "Viva Zapata" (1952).

Curiosamente el mismo año del debut de esa producción, Kazan denunciaría a Figueroa por simpatizante comunista ante el Comité de Actividades No-Americanas de la Cámara de Representantes de EE.UU., si bien desde finales de la década anterior el mexicano ya estaba siendo investigado por el FBI.

Sus lazos con organizaciones de tendencia izquierdista contribuyeron a que Figueroa optara por descartar mudarse a Hollywood donde no obstante no le faltaban admiradores, como John Huston quien en 1983 le invitaba a pasar las vacaciones con él en una casa de la playa cerca de Puerto Vallarta, según otro documento expuesto.

"En los años 90 la asociación de directores de fotografía de EE.UU. le hizo un homenaje en el que estaban Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, todos los grandes cineastas del momento", manifestó Figueroa Flores.

Gabriel Figueroa falleció con 90 años en 1997 tras una vida en la que trabajó en más de 200 películas, algunas dirigidas por Luis Buñuel, y obtuvo una nominación al Óscar por "The Night of the Iguana" (1964).

Su primer filme como director de fotografía, "Allá en el Rancho Grande" (1936), puso las bases del género de comedia ranchera y creó una iconografía mexicana que se reconocería internacionalmente en torno a la figura del charro.

La estética que impregnó el arte de Figueroa compartió elementos con el muralismo mexicano, movimiento del que Diego Rivera le llegó a considerar uno de sus exponentes junto con José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros.

La Revolución Mexicana y el costumbrismo de su país fueron lugares comunes en su obra que llegó a hacer la transición a la televisión y las telenovelas cuando el cine nacional entró en declive para finales de los años 60.

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