La pintura española del XIX se cita en Alicante con academicismo y modernidad

  • La evolución de la pintura española del siglo XIX y de sus artistas, que caminó entre el academicismo y la modernidad, constituye el eje temático de una exposición que desde hoy puede contemplarse en el Museo de Bellas Artes Gravina, en Alicante, al que han llegado obras de distintos fondos museísticos.

Alicante, 6 nov.- La evolución de la pintura española del siglo XIX y de sus artistas, que caminó entre el academicismo y la modernidad, constituye el eje temático de una exposición que desde hoy puede contemplarse en el Museo de Bellas Artes Gravina, en Alicante, al que han llegado obras de distintos fondos museísticos.

Catorce cuadros procedentes del Museo Nacional del Prado, nueve del Museo Sorolla, dos del San Pío V (Valencia) y cerca de cuarenta pertenecientes a los fondos de la Diputación Provincial de Alicante conforman esta muestra.

"El siglo XIX en el Mubag. De la formación a la plenitud de un artista" es el título de esta amplia horquilla pictórica, a cuya inauguración ha asistido el director general del Museo del Prado, Miguel Zugaza, y de su homóloga en el Sorolla, Consuelo Luca de Tena; la presidenta de la Diputación de Alicante, Luisa Pastor, y la directora general de Patrimonio de la Generalitat, Marta Alonso.

El eje común de esta muestra está en el origen de los artistas cuyas obras pueden contemplarse, pues todos son alicantinos, a excepción de un cuadro del valenciano Rafael Monleón, pero que lleva por título "La rada de Alicante", y nueve del genial Joaquín Sorolla, todos ellos pintados en Jávea (Alicante).

Precisamente, el ya citado de Monleón, y las obras "El Dux Foscani destituido", de Ricardo Naavarrete; "Reposición de Cristóbal Colón", de Francisco Jover, y "Huérfanos", de Fernando Cabrera, han sido los cuatro cuadros del Prado restaurados en Alicante.

"No es nada común, más bien todo lo contrario, que el Prado ceda la labor de restauración de sus cuadros a otras instituciones", ha afirmado Zugaza, quien ha explicado que en esta ocasión "ha existido una excepcional sintonía con el Mubag y sus técnicos".

Además, ha apuntado que en todo momento estas labores han sido supervisadas por una coordinadora del museo madrileño.

A juicio de Zugaza, "el Prado tiene vocación de compartir su patrimonio", de ahí que haya indicado que la relación constante o temporal con otras instituciones museísticas "puede ser una buena respuesta" para seguir dando contenido a espacios culturales que se han podido ver afectados por las reducciones presupuestarias.

La exposición narra cronológicamente las distintas etapas por las que pasaban los pintores de aquella época.

Desde sus primeros años de formación, cuando necesitaban ayudas para ampliar sus estudios en España o en el extranjero, pasando por su participación en exposiciones y los premios obtenidos en ellas, hasta su plenitud artística y el reconocimiento internacional.

Las intervenciones realizadas a los cuadros han consistido en el tensado de las telas, la limpieza de suciedad y de barnices oxidados, el levantamiento de algunos repintes, la regeneración de dorados en los marcos y el levantamiento de pátinas, ya que varios de los lienzos llevaban muchas décadas almacenados en El Prado.

De hecho, algunas de las creaciones pictóricas del Prado expuestas en la muestra no han sido vistas nunca, como "La última borrasca", de Heliodoro Guillén.

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