Landero afirma que "un narrador plantea la vida, pero no intenta explicarla"

  • Sevilla.- El escritor Luis Landero, nacido en Albuquerque (Badajoz) y autor de novelas como 'Juegos de la edad tardía' o 'El guitarrista' vuelve con 'Retrato de un hombre inmaduro' (Tusquets editores) y asegura que "un narrador plantea la vida, pero no intenta explicarla".

Sevilla.- El escritor Luis Landero, nacido en Albuquerque (Badajoz) y autor de novelas como 'Juegos de la edad tardía' o 'El guitarrista' vuelve con 'Retrato de un hombre inmaduro' (Tusquets editores) y asegura que "un narrador plantea la vida, pero no intenta explicarla".

Landero, que ha estado hoy en Sevilla y que ha destacado en el género del ensayo con obras como '¿Cómo le corto el pelo, caballero?', ha explicado que el lector se va a encontrar "la historia de un hombre, de una vida" con una serie de "episodios y reflexiones'.

En esta novela, el autor cuenta la historia de un hombre en un hospital que, en el curso de la que seguramente sea su última noche, le cuenta a alguien y también a sí mismo, la historia de su vida.

"Está basada en cosas que he visto vivir" reconoce, ya que "hay un montón de personajes de mi barrio, de lugares de mi barrio, con los que he fantaseado", ya que son "personajes de la realidad que he convertido en ficción".

Ha asegurado que quería escribir una novela "que tuviera un aire de libertad, de desestructuración, con una escritura desatada" para lo cual se sirve de un personaje que "está obligado a ser sincero, a ser auténtico".

"Quería escribir una novela abierta donde alguien hable sencillamente al compás de una memoria caprichosa" lo cual, ha confesado Landero, "me daba mucho margen de maniobra como escritor" ya que, continúa, "cuando escribo siempre quiero que palpite la escritura como el corazón que late".

El escritor cree que hace falta estar en una "situación límite" para hacer un acto de conciencia "realmente verídico" ya que, "cuando existe el futuro, nuestra mirada al pasado es benévola, pero cuando, como en este caso, el futuro ya no existe, ya no tenemos esa posibilidad de esperanza".

"Esta es una historia sin esperanza" reconoce, porque "ya no permite enmienda ni consuelo y tampoco posibilita la idea de un mañana, pero añade que no quiere decir "que sea triste".

Mostrar comentarios