Las caricaturas de "Plantu" promocionan la paz y la tolerancia en La Haya

La Haya, 13 sep.- El poder de la caricatura para denunciar situaciones de opresión y promover la tolerancia se expone a partir de hoy en el Gemeentemuseum de La Haya, que por primera vez lleva a un museo el proyecto "Caricaturas por la paz" del dibujante francés Jean Plantureaux "Plantu".

"Lo nuestro es derrapar de una forma controlada y reflexionar en una búsqueda constante de la paz. Nuestros dibujos pueden molestar, pero sirven para quebrar la intolerancia", dijo hoy en un encuentro con la prensa el ilustrador francés.

"Plantu" destacó la capacidad del caricaturista para esbozar con agilidad el futuro, porque, "podemos decir en segundos lo que cuesta decir en mucho más tiempo, provocamos el debate y podemos imaginar el futuro".

En el caso de los profesionales en países de fundamentalismo islámico, el caricaturista es capaz de "trasladar el mensaje de la sociedad civil contra el integrismo", indicó "Plantu".

El movimiento "Caricaturas por la Paz" surgió en enero de 2006 a raíz de la oleada de ataques a dibujantes daneses que incluyeron la cara del profeta Mahoma en sus trabajos, lo que costó la vida a 50 personas en Paquistán y a otras 11 en Libia.

La muestra, que es gratuita, es una apuesta consciente con la que el conservador de la pinacoteca ha querido destacar que los dibujos "se encuentran en un terreno entre lo museístico y el día a día", declaró a Efe el comisario de la muestra Franz Kaiser.

"Es la primera vez que organizamos una exposición con dibujos que se nos han remitido de manera digital y que nosotros hemos impreso. En las exposiciones, las obras de arte se transportan físicamente porque son únicas", añadió.

La idea de traer la muestra a La Haya partió del instituto cultural Alliance Francaise, que así ha unido su 125 aniversario en los Países Bajos con el centenario del Palacio de la Paz, sede del Tribunal Internacional de Justicia de la ONU.

Temáticamente, la exposición, que se puede ver hasta el 8 de diciembre, se divide en tres bloques: caricatura y revoluciones, libertad de expresión y derechos humanos, e incluye 99 ilustraciones de 47 dibujantes de todo el mundo, incluidos cinco latinoamericanos y el español Jaume Capdevilla "Kap".

"Kap" aporta su caricatura representando al presidente sirio Bashar al Assad como una serpiente que asfixia a un grupo de personas como si fuera una boa constrictora y se publicó en el diario La Vanguardia en agosto de 2011.

La temática dedicada a las "Revoluciones" se abre con una humorística caricatura del algeriano Alí Dilem, en la que el personaje de dibujos animados Homer Simpson luce una barba azul igual a la cabellera de su esposa Marge, junto con la frase: "Los Países Árabes descubiertos por los Simpson".

En la zona regida por el tema "Libertad de expresión" destaca el dibujante cubano residente en México Ángel Boligán con un dibujo mordaz en blanco y negro que representa una boca cosida por una mano igualmente dañada y sangrante.

"Boligán es para mí el Goya del presente", dijo el promotor de "Caricaturas por la Paz", "Plantu".

El ilustrador cubano Ares, también psicoanalista y caricaturista, denuncia la coacción de la palabra con el dibujo de varios rostros mirando hacia una línea marcada por una tijera, que llega a cortar una de las lenguas que sobresalen de las caras.

La temática de "Derechos Humanos" se abre con una caricatura del ruso Zlatkovsky, donde el presidente de ese país, Vladimir Putin, aparece dirigiendo a personas como marionetas.

Una visión más idealista la aporta la venezolana Rayma Suprani con un dibujo del líder africano Martin Luther King en el que dice: "Yo tengo un sueño y es en colores".

Suprani ha sido criticada en Venezuela por sus dibujos opuestos al expresidente de ese país Hugo Chávez y al actual mandatario Nicolás Maduro, acusándola de homosexual y emitiendo en la televisión pública el nombre de la calle en que vive, recordó "Plantu".

El elemento provocador viene del lápiz de "Plantu" con una ilustración en la que transforma la ropa interior de una mujer occidental en un rostro cubierto de una mujer musulmana llorando.