Las 10 confesiones de Tamara Falcó a Bertín Osborne en casa de Isabel Preysler

  • El programa 'Mi casa es la tuya' arrasó en audiencia anotando el mayor dato de la temporada con 2,3 millones de espectadores. 
Tamara Falcó con Bertín
Tamara Falcó con Bertín

Tamara Falcó le ha dado al programa de Bertín Osborne 'Mi casa es la tuya' su mejor dato de temporada. 2,3 millones de espectadores que siguieron las confesiones de la hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó, marqués de Griñón. Tamara, 'Tami' para los que la conocen, se mostró durante la entrevista en casa de su madre -y sí Villameona tiene hasta 14 baños- directa, transparante, irónica y sincera.

Confesó que antes de ser Tamara Falcó de pequeña decía que era la hija de la Preysler, que su padre se enamoró de su madre con una frase, que su familia la traiciona con su ex, que de pequeña era una niña mimada y muy material, que buscó convento cuando sintió la llamada y que tener un Nobel en casa no es tan aburrido como pensaba

La visita de Bertín Osborne al hogar de Tamara Falcó consiguió anotar uno de los mejores datos de audiencia de la actual temporada del programa de Telecinco. Según datos de la consultoría Dos30', en alguna ocasión hasta ocho millones de personas se conectaron para ver lo que contaba uno de los rostros habituales de las revistas del corazón. Y contó... 

 Tamara no dudó en hablar sobre su infancia y su hermano Enrique Iglesias, esa época en la que todas sus amigas estaban enamoradas de él: "Mis amigas estaban locas con él y yo gritaba '¡mentira, es todo mentira, España. Es un gamberro absoluto!". Ahí confiesa que es de los únicos que no le está poniendo los cuernos con su ex y que cuando se separaron sus padres le dijo que ellos siempre iban a ser hermanos.  A continuación, otros diez momentazos que pasarán a la historia. 

1. En la cocina se maneja regular

La dieta de la Preysler fue un tema que Tamara no dejó pasar por alto: "Mi madre se forra a comer, pero tiene una genética perfecta".  Para el programa Bertín preparó unas patatas con chocos en las que Tamara ayudó a pelar las patatas... y poco más. Ella es más especialista en sándwich y yogurt. También se habló de los baños que tiene la mansión de Isabel. En total son 13 y Tamara confiesa "que a veces no son suficientes". Es la propia Tami la que abre la puerta a Bertín y la entrada de la casa está repleta de libros "llenos de anotaciones porque están todos leídos".

2. "Qué pereza tener un premio Nobel en casa"

En cuanto a la relación que tiene su madre con Mario Vargas  Llosa, Falcó habló así del premio Nobel: "Mario siempre te hace sentir  bien, siempre tiene una palabra amable para todo el mundo, es la alegría de la huerta, es una persona genial y tiene una vida apasionante".  Antes de llegar ahí confesó que al principio pensó que tener un premio Nobel en casa podría ser una pereza... Y contó que el escritor se levanta todos los días y hace una hora de ejercicio, después desayuna y a continuación marcha a un estudio a escribir. "Menuda disciplina", asegura. 

3. Tamara a Ana respecto a Vargas Llosa: "Aquí hay tomate"

También pasará a la historia el momento en el que Tamara cuenta cómo le decía a su hermana Ana que su madre estaba enamorada de Mario Vargas Llosa. "Me di cuenta cuando mi madre salió del camisón un sábado", bromea. Y relata: "Mi madre nos dijo que iba a venir un amigo a comer y de repente la vimos toda peluqueada, con tacón con pantalón ajustado... ahí le dije a Ana que allí había tomate".

4. El tío Julio (Iglesias), Miguel (Boyer)...

¡Y cómo  no! Tamara no podía olvidarse de su 'tío Miguel' en referencia al  desaparecido Miguel Boyer: "Cuando Miguel Boyer vino a vivir a casa le  pregunté a mi madre: '¿A este señor cómo lo llamo, mami?' y ella me respondió muy tranquila: 'Tío Miguel' y dije yo, pues tío Miguel". A Julio Iglesias también se refiere como tío Julio porque "en Filipinas a las personas muy cercanas a la familia se les llama tío", explica. 

5. Preysler las llamó Isabel de segundo nombre

Una  cosa que pocos sabían es que Isabel Preysler le puso su nombre a su hija  mediana: "Mi madre no me podía poner su apellido primero, entonces me  uso su nombre: Tamara Isabel". Pero no es la única porque Ana también es Ana Isabel. 

6. La mandona de la Preysler

En cuanto a la relación que ha mantenido con su progenitora, Tamara señala que nunca se ha separado de  ella, salvo cuando se marchó a estudiar a Estados Unidos: "Yo he vivido  siempre con mi madre. Cuando era pequeña vivía con mis padres, y cuando  se separaron, me quedé con mi madre".  Cuenta Tamara de su  madre que "no es que mande, es que siempre consigue implementar lo que ella quiere a la fuerza". En definitiva, "siempre se hace lo que ella manda", ríe. Tamibén relata en un momento del programa que una vez la deja su ex "mi madre lo que me preguntó es que le había hecho yo. Ella ha llegado a decir que soy muy difícil, como castigo me voy a quedar con ella el resto de nuestras vidas2, bromea. 

7. Niña pija

¿Y cómo se siente  Tamara cuando la llaman pija? Ella respondió así: "Antes tenía la imagen  de hija muy mala y, no es que me quitara la imagen de pija, pero, por lo  menos, la gente me conoció y no les caí del todo mal". De su infancia cuenta momentos muy felices y también habla de soledad en el momento en el que sus padres se separaron. 

8. Su "papi" se enamoró de su "mami" con una frase

La relación de  Tamara Falcó con sus padres es magnífica pero no duda en reconocer que  siempre han tenido una vida social muy ajetreada: "Yo realmente, a mis  padres no los veía mucho, porque mis padres tenían una actividad social  muy desmesurada".  Cuenta el momento en que su padre se enamora de su madre "que fue sólo por una frase". Durante la entrevista Tamara pone de manifiesto lo diferentes que son su "papi" y "mami" y quizá cuando "Carmen Martínez Bordiú le habla a Carlos de Isabel la pone en un pedestal que al final no era tal". Su flechazo llegó "en un cine, vieron una película y mi padre le dijo a mi madre que se iba a la casa del campo y ella sólo respondió con un ¿Te Vas? y eso ya encandiló a mi padre", confiesa. Deja aquí claro Tamara el encanto que rodea a su madre a cualquier sitio que va. 

9. La familia le pone los cuernos con su ex

En lo referente a sus antiguos amores, Tamara  explicó que lo que más echaba de menos era el contacto con el padre de su  ex: "Mi ex novio se acaba de casar y lo único que echo de menos es a mi ex suegro".  Aquí tiene la guerra declarada a los suyos "porque me están chantajeando con mi ex", bromea. Se confiesa celosa y que una vez rota la separación "mi abuela es mi abuela y mi familia es mi familia", ríe. Y es que la abuela habría visto a su ex... "al igual que el resto de la familia a mis espaldas". 

10. La llamada de Tamara

Y en lo que respecta a su fe cristiana, la hermana de Ana Boyer explicó una anécdota de lo más divertida: "Me tuve que confesar, porque claro, me peleé con mi abuela porque me entró un ataque de posesión y según estaba contando a mi confesor la reunión con mi ex me dio la risa". Tamara, en cuya habitación tiene un crucifijo sobre la cama, contó a Bertín cómo buscó convento una vez sintió la llamada.

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