Las editoras que descubren libros superventas

Lola Gulias, de la agencia literaria de Antonia Kerrigan, envía la primera novela de una escritora llamada María Dueñas a la editora Raquel Gisbert. Era junio de 2008. La editorial Temas de Hoy quería ampliar su catálogo de ensayo hacia la narrativa. Aún, nadie esperaba el bombazo de ventas.

Casi tres años después, El tiempo entre costuras, de Dueñas, cifra los 850.000 ejemplares despachados y se pronostica, en breve, que alcance el millón. Es un ejemplo de cómo la apuesta de una editora cuaja en un milagro superventas.

"El tiempo entre costuras nos encantó cuando nos llegó a la editorial. Tenía mucho potencial. Creíamos que la costurera Sira, el personaje principal de la novela, gustaría a mucho público. Además, el protectorado de Marruecos nunca se había tratado en la literatura española, como sí tuvo su eco en la novela inglesa y francesa la época colonial en África", explica Raquel Gisbert.

Así, poco a poco, con un trabajo lento y sólido, el libro de Dueñas fue creciendo. No fue, al principio, un bombazo propiciado por la mercadotecnia editorial. Más bien se ganó a los lectores y lectoras gracias al boca oreja.

Su explosión de ventas sucedió justo en Sant Jordi de 2010. La novela fue uno de los títulos más vendidos; y un reportaje de TVE no hizo más que catapultarla hacia la lista de éxito. Hoy, El tiempo entre costuras lleva más de 65 semanas encaramado entre los diez títulos de ficción más comprados.

"Los últimos grandes best seller son firmas masculinas (Stieg Larsson o Ken Follett); pero la literatura escrita por mujeres empieza ahora a ser muy valorada. Este tipo de novelas mantiene un equilibrio entre la aventura, la épica y una voz personalísima de las autoras", añade Gisbert.

No en vano, el tirón de ventas de María Dueñas lo precedió su asistencia a múltiples actos en clubes de lectura, un contacto directo con el público lector, así como un esfuerzo adicional posterior de la editorial en la red comercial para grandes superficies y librerías. Su editora gestionó este ascenso.

Editoras al poderNo en vano, en España, es cierto que existen dos referentes masculinos, cuando se cita al mundo editorial de nuestro país. Son, obviamente, Jorge Herralde (Anagrama) y José Manuel Lara (grupo Planeta).

Sin embargo, dentro de cada editorial, los comités de lectura, las editoras o las directoras editoriales suelen ser mujeres, en su mayoría, con una formación en Filología, Empresa o Comunicación. La fuerza de ventas, el lado más comercial, está por el contrario, dominado por hombres.

El fenómeno Dueñas ejemplifica que son ellas, las editoras, las que descubren las últimas sorpresas de libros superventas. No obstante, la apuesta por un libro y el éxito ulterior también tienen una labor de rastreo y no siempre de la mano de un agente literario que toca en la puerta y lo pone sobre la mesa del comité de lectura.

Subastas o descubrimientos

Existen otros procedimientos de busca y captura, como son las ferias internacionales (Fráncfort o Guadalajara), o un seguimiento a las listas de ventas de otros países, como sucedió, por ejemplo, con Harry Potter o con el fenómeno Millenium.

"Nosotros no publicamos best seller, sino libros que puedan convertirse en long seller. Nuestros últimos éxitos han sido las novelas de Asa Larsson (Aurora Boreal, por ejemplo) o La elegancia del erizo, de Muriel Barbery", afirma Elena Ramírez, directora editorial de Seix Barral.

"En el caso de La elegancia del erizo, fue una de nuestras editoras la que la leyó y la contratamos. Las ventas en otros países supuso también en España un apoyo. Con Asa Larsson, una gran best seller en Suecia, contratamos sus derechos en Fráncfort y sólo tuvimos que dar a conocer sus novelas y apostar en nuestra red comercial por dicho éxito", añade Ramírez.

Así, la caza de un autor o autora superventas extranjero puede conllevar múltiples negociaciones, tanto con el autor, con su agente, con su editorial en el país de origen, con intermediarios en ferias internacionales, así como lograr ganar las subastas de derechos a cara de perro, que generan, a menudo, una excesiva inflación.

Desde que se descubre fuera de nuestras fronteras el talento literario o una novela con potencial, hasta que se publica finalmente en España, pueden pasar años. Aunque también ocurre que las editoriales firman el contrato en apenas 24 horas.

"Cada libro es un caso completamente diferente. No siempre las novelas cerradas en las grandes ferias te garantizan que serán las más vendidas. El circuito de compra de derechos tiene una fuerte competencia", añade Ramírez.

Así es. La apuesta de una editora o el cierre de un contrato de edición de una autora extranjera no siempre tienen los mismos resultados; pero los últimos logros superventas, como El tiempo entre costuras o La elegancia del erizo, ponen de manifiesto, que ellas, las editoras, tienen mucho que ver, y que contar.