Las instituciones vascas no intentarán retomar las negociaciones con la familia Chillida

  • San Sebastián.- La "brusca ruptura" de la negociación con la familia del escultor Eduardo Chillida para reabrir el Museo Chillida Leku de Hernani ha sorprendido al Gobierno Vasco y la Diputación de Guipúzcoa, que no se plantean nuevos contactos porque "hace falta tiempo" para otro intento negociador.

Las instituciones vascas no intentarán retomar las negociaciones con la familia Chillida
Las instituciones vascas no intentarán retomar las negociaciones con la familia Chillida

San Sebastián.- La "brusca ruptura" de la negociación con la familia del escultor Eduardo Chillida para reabrir el Museo Chillida Leku de Hernani ha sorprendido al Gobierno Vasco y la Diputación de Guipúzcoa, que no se plantean nuevos contactos porque "hace falta tiempo" para otro intento negociador.

La consejera de Cultura, Blanca Urgell, y la diputada foral de Cultura, María Jesús Aranburu, en una comparecencia conjunta en San Sebastián, han reiterado su "sorpresa" y "disgusto" por esta decisión "unilateral" y por la "deslealtad" mostrada por la familia del escultor "cuando se había establecido un marco de negociación basado en el máximo respeto, la discreción y la confianza".

A Urgell y a Aranburu les resulta "difícil" creer que el escollo haya estado en la oferta económica hecha para la adquisición del museo, cifrada en 80 millones de euros, y han señalado como la mayor discrepancia el derecho de veto que los herederos deseaban ejercer sobre la programación artística tras la venta del museo y la tutela sobre las decisiones del futuro equipo directivo.

Las instituciones dejaron "claro" que al tratarse de una adquisición y no una donación no se podía plantear un derecho de veto, por lo que se propuso como solución un sistema de arbitraje que permitiera "dilucidar los posibles conflictos", según han explicado Urgell y Aranburu, que han leído un texto en euskera y castellano con diversas "precisiones".

Urgell ha asegurado que tienen un "doloroso sentimiento de frustración" porque las "horas", la "generosidad" y el "mimo" puesto en estas conversaciones haya tenido un final que no esperaban, pues "en ningún momento" habían barajado "otra hipótesis" que la de la reapertura del museo de Hernani (Guipúzcoa).

La propuesta institucional que se entregó a la familia el 28 de febrero planteaba una apertura temporal del museo del 1 de julio al 16 de octubre de este año, la creación de una Fundación que diera soporte a la nueva situación tras la venta y la definitiva reapertura de Chillida Leku en marzo de 2012.

Además del derecho de veto, los herederos del escultor han defendido el carácter monográfico del museo y la unidad de la colección, puntos en los que las diferencias "eran más semánticas que reales", en opinión de las representantes institucionales.

El Gobierno Vasco y la Diputación de Guipúzcoa aseguran que "nunca han pretendido alterar la esencia de Chillida Leku como conjunto", pero rechazan la visión "reduccionista de lo monográfico" y opinan que este concepto puede ser compatible con un recinto "abierto al diálogo con otros artistas o con elementos de la contemporaneidad".

Consideran que los Chillida han "dado a entender" que se ha puesto en cuestión la unidad de la colección durante las conversaciones. "Nada más lejos de la realidad. No sólo existía la voluntad de mantener esa unidad, sino incluso de ampliarla", han dicho.

"Las instituciones vascas hemos planteado todo tipo de ofertas y posibilidades, en un proceso en el que hemos ido siempre al unísono. Desde nuestra perspectiva, el proceso iba bien y no se puede entender esta última decisión. La familia Chillida Belzunce ha dejado claro que no tiene voluntad de negociación y acuerdo. Ellos sabrán por qué", han destacado.

Han subrayado, no obstante, su "enorme respeto y la máxima admiración por la figura y obra de Chillida" y han afirmado que el compromiso con su "promoción, divulgación y valoración" será "firme y permanente", "porque Eduardo es un artista universal, patrimonio de todos los vascos".

Pero ahora, ha dicho Aranburu, se abre "una fase de tranquilidad, de no presión, ni a la familia ni entre nosotros".

Por ello, ha considerado que "hace falta que pase el tiempo para, en su caso, si la familia quisiera, retomar cualquier tipo de colaboración" pueda llevarse a cabo.

La familia del escultor ha rehusado pronunciarse de momento sobre estas consideraciones.

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