La proclamación de Naruhito de Japón en cifras: 130 millones y 2.000 invitados

  • La espectacular ceremonia ha contado con mandatarios de casi 200 países y un despliegue impresionante.
Nahurito
Nahurito
EFE

Naruhito ya es emperador de Japón. El hijo de Akihito ha sido proclamado este martes, en la madrugada de España, junto a su mujer, Masako, en una ceremonia que ha vuelto a mostrar al mundo la importancia que tiene la simbología y la tradición en el país del Sol Naciente. Por ello, no se ha escatimado en gastos para que todo fuera perfecto y espectacular a la vez. 

Se trata de una entronización con cifras impresionantes, lejos de lo que pueda verse en las monarquías europeas, más austeras en este sentido. Para empezar, el gasto público dedicado a estos fastos se ha cifrado en unos 130 millones de euros, algo que no ha gustado nada a la opinión pública.

Todo ello para agasajar a los más de 2.000 invitados procedentes de 174 países distintos. Personalidades que van desde reyes a políticos y aristócratas, todos ellos unos privilegiados que han podido vivir en persona esta histórica cita que no se repetía desde hace 217 años -cuando abdicó el último emperador antes de Akihito-.

En esta ocasión tan especial, Naruhito ha querido tener un gesto con su pueblo y ha concedido el indulto a más de medio millón de delincuentes, algo que muchos reyes asiáticos hacen cuando ascienden al trono. Si bien, otros 240 ciudadanos pusieron una demanda conjunta para que no se destinara dinero público para la entronización.

En cuanto a las joyas imperiales utilizadas, el trono que ha utilizado Naruhito, llamado "Takamikura", tiene una altura de nada menos que 6,5 metros, mientras que el de la emperatriz Masako era algo más bajo. La indumentaria de ambos ha consistido en un traje ceremonial de estilo japonés además de un sombrero sintoísta y un bastón de madera en la mano derecha, símbolo de dignidad, para Naruhito, mientras que Masako ha vestido un complejo kimono de seda de cinco capas, complementado de un abanico.

Naruhito
Naruhito ataviado para la entronización / EFE
Masako
La emperatriz Masako con su kimono / EFE

Así, Naruhito se ha convertido en el emperador 126º de la dinastía imperial japonesa a sus 59 años. Con él empieza la era 'Reiwa', la última de un descendiente directo del emperador, pues al no haber tenido hijos varones e imperar la Ley Sálica, que impide reinar a su hija Aiko, el siguiente emperador será el hijo de su hermano Akishino, llamado Hisahito.

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