Las repeticiones y las oposiciones de Matisse, en el Centro Pompidou de París

  • El Centro Pompidou de París propone una visión singular y peculiar del artista francés Henri Matisse en una retrospectiva temática centrada en la técnica de la repetición, la oposición, los dobles y la variación.

París, 6 mar.- El Centro Pompidou de París propone una visión singular y peculiar del artista francés Henri Matisse en una retrospectiva temática centrada en la técnica de la repetición, la oposición, los dobles y la variación.

La exposición, titulada "Matisse. Parejas y series", se presentó hoy en la capital francesa y permanecerá abierta hasta el próximo 18 de junio como una muestra inédita que reúne en un mismo espacio estas creaciones del pintor francés.

La exposición incluye sesenta pinturas procedentes de diferentes museos de ciudades como Tokio, Washington o Londres, además de una treintena de dibujos, algunos de ellos expuestos por primera vez al público.

Matisse (1869-1954) es reconocido por la crítica como un pintor clave en el movimiento pictórico del fauvismo además de maestro del color y del dibujo.

Pero en esta ocasión el Centro Pompidou quiere aportar una nueva mirada sobre Matisse mostrando uno de los aspectos más singulares de su obra: la experimentación en las variaciones de las figuras, del color y del diseño a lo largo de medio siglo de trabajo.

A través de un recorrido cronológico, el visitante comprende que Matisse fue un "pintor inquieto, incansable e inventor de nuevos procesos creativos", según explicó la comisaria de la exposición Cécile Debray.

La experta señaló que "lo más fascinante de Matisse es que fundamentalmente fue un artista figurativo durante toda su vida, pero que también se interesó por la dimensión formal de la pintura".

Según puede verse en la muestra, Matisse pensaba que "una pintura es como un juego de cartas: el pintor debería saber desde un principio lo que quiere conseguir al final, trabajar marcha atrás, de manera que acabe antes de que haya empezado".

De hecho, la coordinadora confirmó esta postura introspectiva de Matisse al indicar que "la exposición es un reflejo de un estilo que transita entre su carácter reflexivo y espontáneo".

Así, el visitante puede disfrutar de una continuación de las mismas composiciones, en parejas o en serie, que el artista hace variar a través de un tratamiento diferente del diseño, la pincelada y los colores.

Como explican los responsables de la exposición, Matisse variaba de una obra a otra el marco, el trazo, la pincelada y los colores, de forma que los resultados eran testigos de la exploración que el artista hacía del hecho pictórico.

El Pompidou propone un recorrido cronológico desde los primeros intentos de Matisse para hacerse con la técnica del puntillismo en 1904, hasta los papeles recortados de los años de la década de 1950.

La muestra se propone revelar cómo Matisse contribuyó de forma formidable al desarrollo del arte moderno a través de la exploración de nuevas formas, además de evidenciar la presencia en su obra de "una tensión permanente y una dualidad entre la espontaneidad y la lentitud".

Entre las parejas expuestas destacan "Lujo I" y "Lujo II" (1907), que son prácticamente idénticas pero a la vez tienen diferencias importantes en el tratamiento del volumen, pues la segunda recibe las influencias de la pintura al fresco que Matisse conoció al regresar de Italia.

Otra de las principales parejas temáticas es "La Danza con capuchinas I" y "La Danza con capuchinas II" (1912), siendo la primera pintura un esbozo de la segunda que modifica considerablemente el espacio y acentúa las líneas diagonales.

La exposición viajará al Museo de Arte de Copenhague en julio de 2012 y al Museo de Arte Moderno de Nueva York a finales de año.-

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