El legado del 'gran duque inversor': 1.500 millones por sus operaciones bursátiles

  • El estado luxemburgués se caracteriza por su economía basada en la inversión y la industria bancaria, la cual ha aprovechado la familia real.
Gran duque luxemburgo
Gran duque luxemburgo

Luxemburgo está de luto este martes. El gran duque Juan ha fallecido tras pasar diez días hospitalizado y deteriorarse gravemente su salud por sus problemas pulmonares, los cuales llevaba arrastrando ya varios años. En las últimas horas, toda la familia lo acompañaba alrededor de su cama porque su fallecimiento era inminente.

Ha sido su hijo y heredero, el gran duque Enrique, el que ha dado la noticia a través de un comunicado, anunciando que el funeral se celebrará el 4 de mayo en la Catedral de Nuestra Señora en el casco antiguo de Luxemburgo. El que fuera jefe de Estado de este pequeño país de apenas medio millón de habitantes había renunciado al puesto en favor de su hijo en el año 2000, después de 36 años en el cargo.

El gran duque nació el 5 de enero de 1921 en el Castillo de Berg, en Luxemburgo, como el primogénito de la gran duquesa Carlota y del príncipe Félix de Borbón-Parma. Curiosamente, uno de sus padrinos de bautizo fue el papa Benedicto XV, quien le dio su segundo nombre, Benôit -Benedicto-. Toda su vida escolar, de la primaria a la secundaria, la cursó en Luxemburgo, si bien después se formó en un internado en Reino Unido hasta que accedió al cargo en 1964, en el que permaneció 36 años.

Pero antes de ello, Juan de Luxemburgo tuvo una vida nada fácil para tratarse de un miembro de la monarquía, pues tuvo que exiliarse en la Segunda Guerra Mundial por la ocupación alemana de Luxemburgo e incluso llegó a alistarse en el ejército británico, llegando a ser capitán en el año 1944 en la Guardia irlandesa. Así, participó en la liberación de su país en ese mismo año, algo que le granjeó el cariño y la fidelidad de su pueblo durante toda su vida.

Así, convertido en un héroe de guerra, Juan de Luxemburgo accedió al Gran Ducado recibiendo una importante herencia de su madre, la gran duquesa Carlota. Un patrimonio que él agrandó y que hoy ostenta su hijo Enrique, con una de las mayores fortunas 'reales' de Europa.

1.500 millones en inversiones

Actualmente, se estima que Enrique de Luxemburgo tiene una fortuna de unos 1.700 millones de dólares, algo más de 1.500 millones de euros. Esta fortuna la habría recibido de su padre, el cual habría amasado este patrimonio gracias al negocio característico en el pequeño país, la inversión.

Luxemburgo es uno de los países más ricos del mundo gracias a su potente industria financiera. De hecho, tiene el Producto Interior Bruto (PIB) per capita más alto del mundo, con más de 92.000 euros por persona. Y es que su laxo sistema fiscal ha atraído a grandes fortunas y empresas, las cuales se han domiciliado allí por este motivo y para poder hacer inversiones allí.

Esto sería algo que también ha aprovechado la familia real, la cual ha forjado su patrimonio gracias a sus certeras inversiones en bienes raíces, empresas y operaciones bursátiles. De este modo, ahora el gran duque Enrique es el que maneja esa fortuna, la cual él también está contribuyendo a agrandar.

Por ejemplo, vendiendo algunas de sus tierras. En 2008 traspasó al Estado luxemburgués 385 hectáreas de bosque cercano al castillo familiar de Berg por 6,1 millones de euros. De hecho, Enrique ha intentado hacer caja con otras propiedades de la familia real, como terrenos o joyas, si bien la oposición del pueblo le habría hecho recular. Ahora, tendrá que seguir cuidando con ahínco todo ese imperio para que algún día lo reciba su heredero, el príncipe Guillermo.

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