Leonardo Hernández y Roberto Armendáriz acarician el triunfo en Santander

  • Los rejoneadores Leonardo Hernández y Roberto Armendáriz acariciaron hoy el triunfo en la segunda corrida de abono de la Feria de Santiago de Santander en la que cortaron una oreja cada uno, en un festejo en el que Pablo Hermoso de Mendoza se fue de vacío.

David Carrera

Santander, 21 jul.- Los rejoneadores Leonardo Hernández y Roberto Armendáriz acariciaron hoy el triunfo en la segunda corrida de abono de la Feria de Santiago de Santander en la que cortaron una oreja cada uno, en un festejo en el que Pablo Hermoso de Mendoza se fue de vacío.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Herederos de Ángel Sánchez y Sánchez, bien presentados y con movilidad, aunque algo escasos de fuerza en el último tercio.

Pablo Hermoso de Mendoza: cuatro pinchazos y rejón caído (silencio); y rejón trasero (ovación).

Leonardo Hernández: rejón tendido (ovación); y rejón trasero y tendido (oreja con fuerte petición de la segunda).

Roberto Armendáriz: rejón trasero (oreja); y rejón desprendido y tres descabellos (vuelta al ruedo).

La plaza rozó el lleno en tarde calurosa y gris en la que apareció la lluvia con el último toro.

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MAL DE ACEROS

La mala actuación de Leonardo Hernández y Roberto Armendáriz con los rejones de muerte les privó de abrir esta tarde la puerta grande en Santander en una corrida que olía a triunfo y que al final dejó cierto aire de decepción entre los aficionados.

Otro de los alicientes del cartel, Pablo Hermoso de Mendoza -rejoneador con peña propia en Santander-, tampoco estuvo a la altura y se contagió del mismo mal que sufrieron sus compañeros de terna, la nefasta ejecución en la suerte suprema.

Armendáriz aprovechó las buenas condiciones del tercero de la tarde al que inició el trasteo a lomos de 'Cañito' aunque el jinete navarro se metió al público en el bolsillo con la doma de 'Ranchero' y 'Prometido' con los que se lució en banderillas. Una faena de menos a más y emocionante que vivió su punto álgido con 'Cristal' y un par de quiebros sobre el estribo. Así caía la primera oreja de la tarde.

El de Noáin salió a montar el lío con el sexto, un buen toro al que el rejoneador navarro supo sacar partido.

Se mostró mandón y templado dispuesto a abrir la puerta grande tras unos pares de banderillas rematados con virtuosos quiebros. Con los tendidos entregados, y la lluvia haciendo acto de presencia, no resultó certero el rejonazo de muerte viendo como el triunfo se escapaba en un instante y teniéndose que despedir con una vuelta al ruedo.

Similar suerte corrió Leonardo Hernández, que cortó una meritoria oreja al quinto, un toro que se movió con garbo, y al que ejecutó varios pares al quiebro con mucha emoción.

Con la monta de 'Cristal' en el epílogo de la faena el pacense certificó un par a dos manos que le valió la oreja culminando con un acertado rejonazo.

Algo que le faltó su primero, segundo de la tarde, un toro más reservón y rajado a las primeras de cambio y al que el rejoneador extremeño tuvo que hacer todo en un alarde de generosidad.

La labor ante un oponente que no se arrancaba resultó sobre todo meritoria y hasta tuvo brillo en tres banderillas cortas "al violín" aunque el premio se escapó con el rejón de muerte.

Tampoco Pablo Hermoso de Mendoza se libró del mal de los aceros y se quedó sin oreja en su primero, un animal con condiciones al que una vez más sometió con su doma ejemplar sin que la faena alzara el vuelo, pero con la suficiente emoción para llegar a los tendidos.

A lomos de 'Dalí', el estellés trazó los mejores pasajes del envite, con cabriolas y piruetas en la cara de un astado que al final se quedó sin fuerzas. El epílogo montando a 'Pirata' también tuvo buenos momentos pero se estropeó la labor con un mal rejonazo.

Con el cuarto, más de lo mismo, Hermoso de Mendoza hizo lo más difícil: que lograra embestir con gracia y arriesgando mucho en los viajes. Otra vez a lomos de 'Pirata' supo llegar a los tendidos en busca del triunfo pero éste no llegó con una desacertada resolución en la suerte suprema.

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