Están siendo unos días muy ajetreados e importantes para los Reyes. La visita del presidente de China, Xi Jinping, y su esposa, Peng Liyuan, a España ha paralizado Madrid para rendir honores al mandatario. Hay que tener en cuenta que en esta visita España se juega mucho, pues es la primera de un presidente chino en 13 años y el objetivo es estrechar lazos, sobre todo económicos. Por eso, todo es poco para que los Jinping se sientan como en casa.
Si el miércoles por la manaña el mandatario fue recibido con honores y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, le concedió las llaves de la ciudad, por la noche disfrutó de una cena de gala en el Palacio Real. Allí estuvieron todas las máximas autoridades del país y muchas personalidades del ámbito económico, cultural y deportivo. Una de esas citas importantes en las que hay que vestir de etiqueta y el protocolo exige un comportamiento exquisito.
Algo que la Reina Letizia conoce muy bien, pues en cada una de estas cenas de máximo nivel sorprende con un estilismo y un saber estar acorde con su posición. La soberana, que por la mañana había estado visitando el Teatro Real con la primera dama china -que es cantante-, sorprendiendo a todos con una nueva adquisición en su armario de la marca online Asos, anoche recicló un vestido que ya ha lucido otras veces pero lo completó con algo nuevo.
Estrictamente nuevo no es. Porque se trata de una pieza que forma parte de las conocidas como 'joyas de pasar' de la Familia Real española -reunidas por la Reina Victoria Eugenia que pasan de soberana a soberana, según dejó escrito en su testamento- y ya la han lucido otras reinas antes. Si bien era la primera vez que Letizia la llevaba, de ahí que anoche acaparara de nuevo todas las miradas. Se trata de la Tiara Rusa, una de las joyas más imponentes de esta colección.
Como la tiara ya en sí es un elemento muy llamativo, la Reina no quiso recargar demasiado su look y optó por un vestido negro de Felipe Varela de terciopelo de manga larga con un drapeado en la cintura. Una elección más que correcta, ya que le aportaba un toque de elegancia y dejaba todo el protagonismo en la corona. Como peinado, un moño bajo que dejaba ver sus pendientes.
Una de las anécdotas de la cena, en la que Letizia estuvo sentada al lado del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se produjo durante el brindis. En más de una ocasión, la Reina ha hecho el gesto de brindar pero luego no se ha llevado el vaso a la boca, algo que según revela Europa Press volvió a suceder en la cena de anoche, demostrando una vez más la soberana que es totalmente abstemia.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios