Liberación femenina española y crimen pasional mexicano,en cortos en Venecia

  • El 69 Festival Internacional de Cine de Venecia proyectó hoy el corto español "Luisa no está en casa", de Celia Rico Clavellino, y el mexicano "Las manos limpias", de Carlos Armella, historias de liberación femenina, la primera, y de un crimen pasional, la segunda.

Miguel Cabanillas

Venecia (Italia), 7 sep.- El 69 Festival Internacional de Cine de Venecia proyectó hoy el corto español "Luisa no está en casa", de Celia Rico Clavellino, y el mexicano "Las manos limpias", de Carlos Armella, historias de liberación femenina, la primera, y de un crimen pasional, la segunda.

Estas dos producciones son las últimas de habla hispana que compiten dentro de la sección paralela "Horizontes" por el premio al Mejor Cortometraje, que será entregado mañana en la clausura del Festival de Venecia.

Rico Clavellino lleva a la gran pantalla en unos veinte minutos la historia de Luisa, una octogenaria ama de casa a la que da vida la actriz Asunción Balaguer y que, a duras penas, soporta la rutina de su día a día con un marido, interpretado por Fernando Guillén, que casi no le echa cuentas.

La historia de Luisa es la de la sumisión y la complacencia al marido, un comportamiento que un buen día cambia al descubrir la liberación femenina, gracias a una lavandería a la que acude después de que se le rompiera su lavadora.

"Esta liberación la quería narrar a través de un personaje mayor, de unos 80 años, porque me parecía mucho más potente poder explicar esto en una cierta edad, como una manera de decir que nunca es tarde para tomar decisiones, para romper mecanismos oxidados, para romper rutinas o expresar la verdad", comenta la joven cineasta sevillana en una entrevista con Efe.

"El electrodoméstico representa lo que ha sido la mentira de las amas de casa. Decían que el electrodoméstico te iba a liberar de las tareas, pero no, porque al final la señora se queda en casa haciendo la colada, planchando, cocinando", añade.

Rico Clavellino, cuyo corto, su ópera prima, recibió hoy muchos aplausos en "la Mostra", se muestra muy contenta por haber podido contar con Guillén y Balaguer como protagonistas, sobre todo esta última, pues su bagaje personal es muy similar al del personaje por lo que ha contado de su matrimonio con el difunto actor Paco Rabal.

"El caso de Asunción creo que es el caso de muchas mujeres de esta generación. Tampoco quiero generalizar, pero creo que hay muchas Luisas. También contar con Asunción fue interesante por eso. Yo creo que ella, ahora, a nivel profesional está en el despertar de su carrera", comenta la cineasta.

"Era muy bonito, porque a una escala más pequeñita su personaje estaba también contando un despertar. Tuvimos unas conversaciones previas para trabajar el personaje, y hubo unos momentos en los que la miraba y las dos sabíamos lo que estábamos pensando", añade.

La directora sevillana, que vive en Barcelona desde hace años, siente que acudir a Venecia con la única producción española que opta a premio es "un sueño", y trabaja ya en un próximo largometraje.

Por su parte, "Las manos limpias" lleva a la gran pantalla la historia de una pareja, interpretada por Sonia Couoh y Francisco Godínez, que tiene un niño pequeño y que vive a duras penas con el dinero que él obtiene de una profesión un tanto oscura.

Llevado por la intención de dejar al espectador que interprete la trama por sí mismo, Armella, quien no ha podido viajar a Venecia por motivos de trabajo, oculta con la imagen, pero no con el sonido, un trágico desenlace motivado por el descubrimiento de una infidelidad.

Por el premio "Horizontes" al Mejor Cortometraje compite también el francés "Frank-Étienne vers la béatitude", de Constance Meyer, en el que un soberbio Gérard Depardieu da vida a un muy cómico vendedor a domicilio.-

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