LOS ESPAÑOLES PREFIEREN LOS LIBROS EN PAPEL Y LA NOVELA

Los españoles prefieren los libros en papel a los electrónicos, responsabilizan en primer lugar a los colegios del fomento del hábito lector y se decantan por la novela y la prensa como contenidos favoritos de lectura.
Así lo reflejan los resultados de una encuesta a 12.000 personas que ha publicado la editorial Signo Editores con motivo del Día del Libro, que se celebra el 23 de abril.
A la hora de atribuir responsabilidades, el 60% de los encuestados considera que el hábito de la lectura debe iniciarse en el colegio, frente al 40% que reconoce que es una práctica que les corresponde a los padres en los hogares.
El 38% de los encuestados se define como consumidor de literatura, en especial de novelas -con predilección por las obras escritas en castellano-, mientras que un porcentaje muy similar, el 36%, reconoce leer diarios y revistas varios días a la semana para mantenerse informado. También llaman la atención los lectores que tienen entre sus lecturas los libros de consulta -2 de cada 10 encuestados-, un género a priori más indicado para estudiantes o profesionales.
La novela contemporánea acapara la mayor parte de las lecturas, seguida por la novela clásica y, en un porcentaje menor, las biografías. La lectura es, además, una actividad que la mayoría de los encuestados asocia con el ocio: leen para entretenerse y para desconectar.
Sin embargo, la falta de tiempo es el principal inconveniente a la hora de leer un libro (un 55% de los encuestados), el 27% asegura que los libros tendrían que ser más baratos, y el 14% reclama una mayor educación lectora.
EN LA CAMA
Precisamente, esta falta de tiempo determina el lugar elegido por el lector para evadirse a través de la lectura: el 52% elige la cama, el 34% lee en el sofá, el 12% aprovecha los traslados en transporte público y el 2% prefiere el parque.
En cuanto a la percepción de los hábitos de lectura, los encuestados opinan en su mayoría (66%) que en España no se lee suficiente, práctica que se debería fomentar más, sobre todo, desde la infancia.
Pese a las ventajas funcionales de los dispositivos electrónicos, la nostalgia se impone: el contacto con las hojas, la facilidad para retroceder en la lectura y el olor que desprende son los principales motivos que esgrime el 86% de los encuestados a la hora de decantarse por el formato papel, frente al 14% que prefiere dispositivos como la tableta, el ordenador y, en menor medida, el móvil.
A la hora de adquirir un libro, más de la mitad de los lectores no confía en las recomendaciones de los críticos literarios y quien lo hace, solo de aquellos profesionales a los que sigue.
En cuanto a las manías de los lectores, al 40% le irrita que no le devuelvan un libro que presta; e igualados (20% cada uno) están los lectores que se indignan cuando les interrumpen la lectura, les desvelan el final o ven una mala adaptación de un libro en el cine.
Al igual que en otros sectores, en el literario también hay modas. El postureo es tendencia. De hecho, el 90% opina que en alguna ocasión todo lector alardea de haber leído un libro simplemente para mantener las apariencias, fingiendo coincidir con los gustos literarios de la mayoría.

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