Hoy se celebra el Día Internacional de la Poesía con el objetivo de apoyar a este género. La UNESCO pretende así impulsar y preservar el género lírico como una manifestación de la diversidad en el diálogo, de la libre circulación de las ideas por medio de la palabra, de la creatividad y de la innovación.
El principal objetivo de esta jornada es apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y dar la oportunidad a las lenguas amenazadas de ser un vehículo de comunicación artística en sus comunidades respectivas.
También se busca promover la enseñanza de este género literario que de forma magistral cultivaron escritores como Gustavo Adolfo Béquer, Lope de Vega o Jose Luis Borges, pero que en la actualidad se considera una forma anticuada de arte.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubiera volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
¿Qué es poesía? Dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul;
¿Qué es poesía...? ¿Y tú me lo preguntas?
¡Poesía... eres tú!
Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta le mar, si no vuela
un velero bergantín
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín
Escribo en defensa del reino
del hombre y su justicia.
Pido la paz y la palabra.
He dicho "silencio",
"sombra", "vacío", etcétera.
Digo "del hombre y su justicia",
"océano pacífico", lo que me dejan.
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro
y aveces lloro sin querer.
Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Por ir al norte, fue al sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo;
que la noche, la mañana.
Se equivocaba.
Que las estrellas, rocío;
que la calor; la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón, su casa.
Se equivocaba.
(Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama.)
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ir y quedarse, y con quedar partirse,
partir sin alma, y ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando; cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor
He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido feliz.
Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.
Tu voz regó la duna de mi pecho
en la dulce cabina de madera.
Por el sur de mis pies fue primavera
y al norte de mi frente flor de helecho.
Pino de luz por el espacio estrecho
cantó sin alborada y sementera
y mi llanto prendió por vez primera
coronas de esperanza por el techo.
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