Se publica la correspondencia de Gil de Biedma, el mapa de su literatura

  • Madrid.- "Ser poeta es todavía -y que siga siéndolo- un destino serio y terrible, no una profesión pintoresca y marginal" escribió Gil de Biedma a María Zambrano. Hoy, a los veinte años de su muerte, se publica un libro con 250 de sus cartas, la mayoría a escritores y amigos, que muestran su compromiso con la literatura.

Se publica la correspondencia de Gil de Biedma, el mapa de su literatura
Se publica la correspondencia de Gil de Biedma, el mapa de su literatura

Madrid.- "Ser poeta es todavía -y que siga siéndolo- un destino serio y terrible, no una profesión pintoresca y marginal" escribió Gil de Biedma a María Zambrano. Hoy, a los veinte años de su muerte, se publica un libro con 250 de sus cartas, la mayoría a escritores y amigos, que muestran su compromiso con la literatura.

"Jaime Gil de Biedma. El argumento de la obra correspondencia" es el título de este volumen que acaba de salir, editado por Lumen, y que coincide también con la aparición de otro ambicioso libro con su obra completa, en poesía y prosa, sus traducciones y entrevistas, publicado por Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores.

En este epistolario, editado por Andreu Jaume, que se presentará esta tarde en la Residencia de Estudiantes, se recogen las cartas, en su mayoría inéditas, de Jaime Gil de Biedma (1929-1990) dirigidas a Carlos Barral, Gabriel Ferrater, Jorge Guillén, Juan Marsé, Esther Tusquets o Gustavo Durán, entre otros.

Un libro que se abre con las palabras de una de las cartas que escribió Joan Ferrater, desde su exilio universitario de Edmonton (Canadá), el 22 de febrero de 1964, y en la que ensalza "el gusto epistolar de Jaime Gil de Biedma ..."y es que eres uno de los pocos que quedan, tal vez el último en tu círculo, de entre los que todavía son capaces de escribir y contestar cartas", escribe.

"El elogio, como demuestra este libro, que no es gratuito ni circunstancial -explica el editor-, pues, si bien Gil de Biedma no fue un corresponsal prolífico y torrencial -guardó en todos los géneros el mismo decoro, el mismo principio de sobriedad y escasez- es verdad que fue uno de los últimos de su generación en cartearse con un deliberado sentido estético".

Estas cartas tan pensadas y elaboras del poeta barcelonés, que los últimos meses ha recuperado también protagonismo mediático gracias (o a pesar) de una polémica película sobre su vida "El cónsul de Sodoma", en la que se le retrata como a un "destructivo voraz homosexual", están fechadas entre 1951 y 1989, hasta los últimos meses de su vida.

Miembro de la generación de los 50, que nació en el contexto de la poesía social y de denuncia en una España gris y represiva, en la que estaban compañeros, como Ángel González, José Agustín Goytisolo, Jose Hierro, José Manuel Caballero Bonald, Claudio Rodríguez, Francisco Brines o José Ángel Valente, que luego derivaron en diferentes voces y maneras, Gil de Biedma se convirtió en el "alma máter" de los poetas de la experiencia.

Y es que la experiencia la tenía a borbotones este poeta cosmopolita, burgués y muy culto, que escribió que lo que en el fondo hubiera querido ser es poema no poeta.

Aunque en este libro no desvela mucho de vida íntima sino más bien el mapa de su propio recorrido poético y literario. Su afán por buscar el poema perfecto. Sus primeros años y su admiración por los poetas anglosajones como Auden, Eliot o Pound.

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