"GRACIAS". Esa fue la palabra que Melissa Viviane Jefferson, más conocida como Lizzo, escribió en Instagram cuando este miércoles se conoció su primera nominación a un premio Grammy, a Mejor Artista Novel, junto a Rosalía y Billie Eilish. Para esta cantante de Detroit de 31 años esto es algo que nunca hubiera imaginado, porque aunque Lizzo es uno de los últimos fenómenos internacionales nunca pensó que alcanzaría el estrellato.
La influencia musical de Lizzo es enorme, ya que nació en una de las ciudades estadounidenses que más y mejores músicos ha dado en la escena rap y R&B. Así, a los 14 años tuvo claro que su destino era cantar, aunque no lo tuvo nada fácil para lograrlo. Su historia es un claro ejemplo de lucha y superación contra las condiciones adversas y, también, los prejuicios.
Lizzo tiene un físico que en el mundo del 'show business', por desgracia, es una novedad. Ella presume de sus curvas y sus carnes y, al contrario que otras artistas fuera del canon 90-60-90, no las oculta. Su vestuario se caracteriza por shorts y bodys ajustados, del mismo estilo que Beyoncé y JLo, entre otras. De este modo, la artista se ha convertido en una de las principales activistas del 'body positive' y la diversidad de cuerpos y personas en la industria musical.
En este tiempo, ha recibido muchas críticas por su cuerpo y ella no se ha venido abajo, sino que lucha con sus letras y su actitud contra la 'gordofobia' y los prejuicios hacia mujeres como ella. Por ello, se ha convertido en un icono de las nuevas generaciones, las cuales han abrazado de una forma más natural la diversidad tanto sexual como personal.
Pero, además, Lizzo se ha enfrentado a muchas barreras más para llegar a donde está. 2019 ha sido su año, pero lleva sacando discos desde 2013, año en que debutó con 'Lizzobangers', un álbum que pasó sin pena ni gloria. Pero detrás de ese trabajo había un gran sacrificio personal. La cantante vivió sus peores momentos cuando tenía 21 años. Su padre murió y todo se vino abajo en su casa, hasta tal punto que tuvo que vivir un año en su coche, todo para cumplir su sueño de dedicarse a la música.
En 2015 sacó un segundo disco, pero el de su consagración se publicó este año, con mucho trabajo detrás. El afamado productor Ricky Reed se hizo cargo de la carrera de Lizzo, pulió su voz y la convirtió en la estrella que es hoy. Así, bajo el sello Atlantic Records, el de leyendas de la música negra como Aretha Franklin o Ray Charles y que ahora trabaja con los mejores del momento (Bruno Mars, Charlie XCX, Missy Elliott, Coldplay, Ed Sheeran o Sia), lanzó 'Cuz I love you', un éxito absoluto.
Aunque tardó en entrar en las listas de éxitos, con el tema 'Truth Hurts' logró alcanzar el número uno en el 'Billboard Hot 100' de Estados Unidos y que sus vídeos tengan millones de reproducciones en YouTube. Y es que a sus reivindicativos temas, en los que subyace su faceta feminista y de mujer empoderada, también se suma su talento musical más allá de su voz. Lizzo toca la flauta travesera e incluye este instrumento en sus temas y shows. Un talento que ha enamorado incluso al mismísimo Barack Obama.
Igualmente, es una estupenda bailarina que realiza impresionantes coreografías en sus conciertos y domina el famoso 'twerking' a la perfección. Unas cualidades que no han podido pasar desapercibidas para los Grammy. Ahí se enfrentará a otra dos grandes irrupciones musicales, Rosalía y Billie Eilish. Las tres mujeres suponen un soplo de aire fresco en la industria musical, pues sus propuestas están alejadas de todo lo hecho anteriormente y, además, son tres mujeres de rompe y rasga que no solo hacen música; hacen activismo para visibilizar el feminismo, la diversidad y el arte. En sus diferentes formas.
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