Lo "vintage", también de moda en las portadas de los libros

  • Mujeres con sombrero, solitarias y misteriosas, llaman al lector desde las portadas de las novelas que protagonizan. Es tendencia en el diseño de edición, donde lo "vintage" está también de moda, una forma de hacer énfasis en la diferencia que hay entre el libro de papel y el electrónico.

Carmen Naranjo

Madrid, 2 jun.- Mujeres con sombrero, solitarias y misteriosas, llaman al lector desde las portadas de las novelas que protagonizan. Es tendencia en el diseño de edición, donde lo "vintage" está también de moda, una forma de hacer énfasis en la diferencia que hay entre el libro de papel y el electrónico.

La portada de un libro es a veces determinante para el lector a la hora de decidir qué compra y, por eso, las editoriales cuidan hasta el último detalle para llamar su atención tanto desde la imagen, ya sea una fotografía o una ilustración, como de la tipografía del título con el objeto de ser únicos y conseguir la mayor visibilidad.

Silvia Sesé, editora de Ficción de Destino, explica a Efe que "conseguir esa elección entre un montón de libros es algo que se determina a través de la portada". "Muchas veces el lector escoge un libro porque le ha llamado la atención la cubierta y, después, hace el gesto de leer la contraportada", en la que se resume el argumento.

Y en estas portadas hay una vuelta a diseños más tradicionales, indica a Efe Sol Fauquier, responsable de 99designs España, web mundial de diseño gráfico, que pone en contacto a empresas que buscan trabajos de diseño con más de 300.000 diseñadores gráficos de 192 países diferentes.

"La clave está en hacer énfasis en la diferencia entre el libro tradicional y el ebook. Libro en papel versus libro electrónico es como la primera lucha entre radio y televisión, en la que se reforzó la primera como el medio para "los románticos". Con el libro tradicional ocurre lo mismo", destaca Fauquier.

Y en el diseño hay una inequívoca tendencia hacia lo "retro", agrega Fauquier.

Para Ferrán López Olmo, director creativo del Departamento de Arte y Diseño Área Editorial Grupo Planeta, lo que ocurre con estas portadas "más que moda es una especie de mimetismo", todo dentro de el gusto general de regreso a objetos de los años 30 y 40.

Por eso cree que "además de un uso hay casi un abuso" en la utilización de las mujeres de espaldas y con sombrero en las cubiertas de estas novelas, debido también a que hay mucha literatura ambientada en la primera mitad del siglo XX.

Así, entre las novedades que pueden verse en la Feria del Libro de Madrid inaugurada el pasado viernes, proliferan las portadas que apuestan por la ilustración de mujeres de estilo "vintage".

"La Sonata del silencio", de Paloma Sánchez Garnica; "Pacto de lealtad", de Gonzalo Giner; "La princesa Paca", de Rosa Villacastín; o "Regreso a tu piel", de Luz Gabás, son algunas de estas novedades editoriales, que se suman a portadas parecidas de libros que llevan ya meses editados como "El cumpleaños secreto" de Kate Morton, "El tango de la guardia vieja" de Arturo Pérez-Reverte o "Misión Olvido" de María Dueñas.

Títulos y diseños dirigidos fundamentalmente a mujeres, que, aunque leen más libros que los hombres, son superadas por éstos en lectura digital.

Dentro de esta tendencia, hay una vuelta también a los primeros diseños de la editorial Penguin, de los años 30 y 40, explica Fauquier.

"Eran portadas que apostaban por un diseño atractivo, que evocara ligeramente el contenido, con diseños no descriptivos, pero tan atractivos que podías dejar sobre la mesa como un objeto más de decoración. Hay una vuelta a este tipo de diseños, más sugerentes, menos "literales" en diseño", señala la directiva de 99designs España.

Silvia Sesé también reconoce una tendencia "revival" en las portadas de novelas, en las que se recuperan primeras ediciones de diseños muy significativos.

Sesé fue la responsable de la elección del diseño de las portadas de las novelas de Stieg Larsson en España, unas ilustraciones realizadas por el artista Gino Rubert, que mostraban a unas mujeres que, asegura, reflejaban, en su mezcla de fragilidad y fortaleza, el espíritu de la protagonista, Lisbeth Salander.

En la actualidad, muchos más sellos confían en las ilustraciones en sustitución de las fotografías, ha explicado esta responsable, quien considera que puede esta moda puede estar ligada "a poner en valor el libro en papel como objeto artístico, además de ser literatura".

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