El discreto (y repetido) look de la Reina para no eclipsar a su hija en Asturias

Los Reyes y sus hijas han sido recibidos por una gran multitud a su llegada a Oviedo para los Premios Princesa de Asturias, que se entregan este viernes. Es la primera vez de la Princesa Leonor en estos galardones y el pueblo asturiano se ha volcado con ella y con la Familia Real, con una bienvenida muy calurosa en la Plaza de la Catedral, donde han sido aclamados.

Los soberanos llegaban puntuales antes de las 17.00 horas sonrientes y deseosos de encontrarse con los ciudadanos, que deseaban ver a su Princesa. Leonor ha sido la gran protagonista de la jornada y su madre, la Reina Letizia, la ha apoyado en todo momento. La soberana se ha acercado con ella a ver al público y a hacerse fotos con ellos, orgullosa de cómo sus paisanos se vuelcan con su hija.

Por ello, siendo consciente de que era el día de Leonor, la Reina ha apostado por un look muy discreto y, además, repetido. Aunque habitualmente suele estrenar muchas prendas cuando llegan estos premios tan especiales para la Casa Real, en esta recibimiento ha querido dejar que la heredera acapare todos los focos con un elegante vestido blanco y un abrigo étnico. 

Así, doña Letizia ha apostado por un vestido gris con el escote cruzado y falda de vuelo con el corte midi que ha combinado con unos salones granates. Un vestido que estrenó el pasado año y se ha puesto en otras ocasiones, pues le favorece especialmente cuando tiene actos de carácter más sobrio. Por lo tanto, nada que ver con el maravilloso Felipe Varela rosa del día de la Fiesta Nacional.

En cuanto al peinado, la soberana se ha decantado por un moño bajo despeinado, uno de los que mejor le quedan. Letizia estaba feliz y radiante y ese ha sido el mejor complemento que podía llevar en un día tan especial. El cual prosigue, pues aunque sus hijas ya han acabado por hoy, ella y el Rey tienen el concierto previo a los Premios, donde es posible que sí veamos un estilismo mucho más sofisticado.