Un fenómeno ampliamente conocido que posee hasta página web propia es que los chinos tienen la capacidad de quedarse dormidos en cualquier lado. Bien por la capacidad de aprovechar el poco tiempo libre que tienen o bien por la facilidad que tienen para abandonarse en las manos de morfeo.
Un fotógrafo de Getty ha querido captar las cabezaditas que los asiáticos se dan cuando visitan la tienda Ikea. Entre camas, literas y sofás han encontrado el lugar idóneo para reposar sus ideas durante la compra.
El portavoz de Ikea, Josefin Thorell ha afirmado al diario Wall Street Journal que se trata de un fenómeno espontáneo. 'El Ikea de China no toma medidas para prevenirlo. Pero nosotros no lo vemos como un problema, estamos felices de que la gente se sienta como en casa en nuestras tiendas'. Aunque esto supone un trabajo extra para la plantilla, según reconoce Thorell, 'si los clientes prueban nuestros muebles y les gustan' lograrán vender más.
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