Los cineastas vascos saborean un éxito que esperan no sea flor de un día

  • Comenzaron desde abajo, con pequeños cortos que se distribuían en festivales gracias al programa "Kimuak" (Brotes) y ahora los cineastas vascos saborean la "eclosión" de largometrajes con la mirada atenta en los responsables políticos para que este momento "dulce" no sea flor de un día.

Mercedes Zabaleta

San Sebastián, 28 sep.- Comenzaron desde abajo, con pequeños cortos que se distribuían en festivales gracias al programa "Kimuak" (Brotes) y ahora los cineastas vascos saborean la "eclosión" de largometrajes con la mirada atenta en los responsables políticos para que este momento "dulce" no sea flor de un día.

Muestra del buen momento por el que atraviesan las producciones realizadas en Euskadi ha sido el recién clausurado Festival de Cine de San Sebastián con dos películas vascas en la Sección Oficial, "Loreak", de Jose Mari Goenaga y Jon Garayo, y "Lasa y Zabala", esta fuera de concurso.

"Los tontos y los idiotas", de Roberto Castón, un director asentado en Bilbao, en "Nuevos Directores", y "Negociador", de Borja Cobeaga, en Zabaltegi, además del apartado específico dedicado al cine vasco ("Zinemira"), han estado en un Zinemaldia que ha contado con filmes vascos, de mayor o menor peso, en todas las secciones.

Los protagonistas de esta coyuntura están convencidos de que debajo de este resultado existe una "voluntad institucional" de apoyar el cine, aunque muchos de ellos prefieren no decirlo en voz alta porque "ya se sabe lo que pasa con los 'boom', que luego llega el desierto".

Así piensa el actor Joxean Bengoetxea, presente en "Loreak", "Lasa y Zabala", "Los tontos y los estúpidos" y "Negociador".

"Existe un tejido industrial mínimo, pero una gran calidad profesional de actores y técnicos", asegura a EFE.

Borja Cobeaga, uno de los grandes nombres del año en cuanto a taquilla se refiere por "Ocho apellidos vascos", cree que el fenómeno "va a continuar" porque "responde a una situación que no se había conocido antes".

La anterior remesa de cineastas vascos, entre los que se incluye a Juanma Bajo Ulloa o Julio Medem, comenzaron casi todos "con un gran largometraje y grandes premios".

Los nuevos "hemos empezado haciendo cortos, sólo faltaba la eclosión, que es lo que ha sucedido ahora. Con mucha práctica hemos llegado a la madurez del largo".

En este punto existe casi unanimidad en apuntar como clave del éxito al programa "Kimuak", que gestiona el director de la Filmoteca Vasca, Txema Muñoz, cuyo objetivo es promocionar y distribuir por festivales cortos elaborados en Euskadi.

"No soy ningún halagador de los políticos", confirma Cobeaga, pero el programa Kimuak, que lleva tres lustros en funcionamiento, ha sido "fundamental" porque resulta "motivador" para los jóvenes realizadores.

Para el director de "Lasa y Zabala" se trata de una "apuesta" por el cine y está "encantado" de que así sea porque los cineastas están "respondiendo a las ayudas, haciendo películas serias con el dinero de todos". "No rodamos infumables", sentencia.

Malo destaca además la diversidad de los filmes en los que caben todos los temas, algunos tan espinosos como el de "Lasa y Zabala", impensables hace unos años por la presencia de la violencia de ETA.

No obstante, Malo insiste al Gobierno en "recapacitar" sobre el IVA al 21 % porque de esta manera "nos encaminamos a una cultura a dos velocidades: unos podrán pagarse el ir al teatro o al cine y otros no".

El director de los "Tontos y los idiotas", Ricardo Castón, que atravesó un calvario para poder financiar su película, opina que la creación va por oleadas y "sucede como con las cosechas de vino que un año es buena y al siguiente no".

Todos ellos están convencidos, sin embargo, de que para llevar a cabo producciones mínimamente dignas es necesaria la ayuda institucional por lo que contienen el aliento para que el panorama no se quiebre y puedan seguir haciendo lo que realmente les apasiona: cine.

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