Los Dardenne logran solidaridad en Cannes para su drama laboral con Cotillard

  • Los hermanos Dardenne lograron hoy en Cannes la solidaridad que no encuentra del todo la protagonista de su filme "Deux jours, une nuit", un drama laboral protagonizado por Marion Cotillard en una historia que toca de cerca a todo el mundo en la actual situación de crisis económica.

Alicia García de Francisco

Cannes (Francia), 20 may.- Los hermanos Dardenne lograron hoy en Cannes la solidaridad que no encuentra del todo la protagonista de su filme "Deux jours, une nuit", un drama laboral protagonizado por Marion Cotillard en una historia que toca de cerca a todo el mundo en la actual situación de crisis económica.

"La crisis económica no es favorable a la solidaridad", afirmó Luc Dardenne en la rueda de prensa de presentación en Cannes de su filme, que compite por la que sería su tercera Palma de Oro, y que fue recibido con una fuerte ovación tras su primera proyección en Cannes.

La solidaridad, explicó, es algo que hay que construir, necesita de un acto moral, de una decisión. "No creo que la solidaridad haya bajado" en el mundo actual, y en su filme tratan de demostrar que es posible encontrarla aunque no sea en todas las personas.

Un filme cuyo objetivo es "contar la historia de alguien que ha cambiado gracias a la solidaridad y al hecho de luchar" por lo que cree que se merece.

Una especie de "alegoría de cómo la solidaridad que Sandra ha encontrado en esos dos días y medio, van a transformarla", precisó Jean Pierre.

Por lo que lucha Sandra, la protagonista, es por conseguir que sus compañeros renuncien a esa prima y voten a favor de su mantenimiento en la empresa y para ello cuenta con solo un fin de semana.

Una película que Cotillard aceptó inmediatamente porque siempre busca trabajar con realizadores que la lleven a lo más profundo de una historia.

"Siempre he sentido que en su cine -de los hermanos Dardenne- había forzosamente un trabajo enorme para alcanzar lo que logran (...) He visto todas sus películas y me han gustado todas. Me he sentido embarcada en su mundo", explicó.

Cotillard destacó además el trabajo realizado durante las semanas de ensayos, en los que Jean Pierre y Luc Dardenne hablan mucho de los espectadores porque "quieren hacerles vivir cosas" y sorprenderles.

"Hay una gran riqueza en el interior de un cine que podemos llamar cine real, pero sus historias son al mismo tiempo muy cinematográficas" y con ellos la actriz sentía que quería "hacer vivir algo excepcional al espectador".

Ha sido, agregó, "una experiencia transformadora, enriquecedora y una de la más bellas experiencias cinematográficas de mi vida, sino la más".

Por su parte los hermanos Dardenne explicaron que escribieron el personaje de Sandra especialmente para la actriz tras desechar un proyecto previo en el que también querían contar con su participación.

Según explicó Luc, no trabajaban con ella teniendo en cuenta que es una estrella y un icono para mucha gente. "Sabíamos que quería ser Sandra y teníamos el deseo de hacerla entrar en nuestro mundo".

Y en un personaje que no podría haber sido un hombre. "Las mujeres son muy frágiles en el mundo laboral. Es más difícil para ellas encontrar un empleo y hay más mujeres que hombres en el paro".

A eso se añadía en el caso del personaje, unos antecedentes de depresión y una mayor fragilidad personal que va desapareciendo según aumenta su lucha por mantener su trabajo en un recorrido físico que la lleva a distintas localizaciones de la zona de Seraing, al sur de Bélgica, lugar habitual de las historias de los cineastas.

Todo el peso de la acción recae en Cotillard, que se muestra extremadamente sensible durante toda la historia, soportando a duras penas la humillación a la que le someten sus jefes al tener que pedir a sus compañeros que renuncien a un dinero importante para ellos para que ella pueda mantener su empleo.

La película narra con realismo pero también con una delicada objetividad los diferentes encuentros de Sandra con sus compañeros de trabajo, que en ocasiones son la causa de una explosión de violencia en sus vidas.

Una historia en la que la mayor parte de los trabajadores del mundo occidental pueden sentirse identificados, lo que hace que el filme sea más abierto y cercano que otros de los hermanos Dardenne, pero al mismo tiempo, menos profundo.

Para poner en pie este proyecto, al igual que en sus películas anteriores, los hermanos Dardenne se dividieron las tareas de preparación del filme -Luc se centra en la escritura del guión aunque siempre contando con Jean Pierre- pero durante el rodaje se fundieron casi en una única persona, como explicaron en la rueda de prensa.

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